“Mi responsabilidad es escucharles, protegiendo a los más débiles, garantizando la seguridad de nuestras ciudades y la unidad de la nación”, con estas palabras el presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, se dirigió a los miles asistentes congregados en la explanada del Museo de Louvre durante su primer discurso masivo con motivo de su triunfo en las elecciones del pasado domingo.

Hasta dicho punto emblemático de París, se dieron cita muchas personas provenientes de todas las regiones galas, con el objetivo de escuchar a quien será, a partir del próximo 14 de mayo, el mandatario más joven en la historia de ese país (39 años).

La fórmula ganadora

Y es que el éxito de Emmanuel Macron no sólo se debió a su poca vinculación con la clase política tradicional francesa o a su buen desempeño como ministro de Economía durante el gobierno encabezado por el todavía presidente, François Hollande, sino a una campaña diferente arropada en un movimiento.

En Marche!  (¡En Marcha! En español) es una agrupación de centro fundada por Macron en Abril de 2016, aun cuando se desempeñaba en el servicio público. Semanas más tarde, este corriente se fue nutriendo por miles de voluntarios hasta llegar a los 260 mil en abril de este año, especialmente con jóvenes que habitan en urbes con un nivel de escolaridad medio o alto.

Siete meses después, Emmanuel Macron oficializó su candidatura rumbo a la presidencia; un camino lleno de obstáculos y más, para alguien con poca trayectoria política que se enfrentaría a los intereses económicos, pero sobre todo, a la fuerza de los partidos existentes.

Decir y hacer

Basado en las estrategias “Tierra” de la campaña de Barack Obama, En Marche! logró penetrar a todos los rincones de Francia a través de comités locales y consultas abiertas, gracias a su apuesta por la interacción permanente con los ciudadanos, lo que dio como resultado, la obtención de más de 8 millones de votos (24%) en la primera vuelta y de 20 millones (66%) en la segunda vuelta.   

Además, el discurso empleado por Macron en la contienda electoral fue claro, sencillo y a la vez contundente, resaltó las ventajas de permanecer en la Unión Europea (UE), propuso la reducción del gasto público, el reforzamiento de la seguridad interna y continental y de mayor tolerancia con respecto a la inmigración.  

Retos globales

“Europa y el mundo nos mira”, dijo también durante su arenga del 7 mayo, porque él sabe la importancia de mantener la cohesión en el viejo continente tras las turbulencias políticas- económicas derivadas de la salida de Gran Bretaña de la UE y la victoria del extremista Donald Trump en los Estados Unidos.

Con Macron como Presidente de la Quinta República, inicia una etapa que se caracterizará por albergar a una nueva generación de políticos, esa que dirigirá los destinos del mundo en los siguientes 20 años y que sin duda, será un modelo electoral copiado en muchos lugares donde la gente busca figuras que rompan con los viejos esquemas y pongan en marcha proyectos innovadores.

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