No cabe duda que, además del futbol, en México se practica en todo momento un deporte que mueve a las “masas”, que apasiona, que atrae, que es polémico, que genera opiniones, que se juega en terrenos disparejos y que en esencia, mantiene intactas sus reglas desde hace muchos años.

El llamado “futurismo” es una actividad propia de los mexicanos y de su clase política, quienes ven en ésta, la mejor forma de analizar y predecir los cambios o sucesos en los ámbitos partidista, electoral, legislativo y gubernamental.

Cada tres años se eligen en nuestro país, diputados federales, locales y ayuntamientos y cada seis años votamos para gobernadores, senadores y presidente de la República; lo anterior provoca movimientos naturales al interior de cada instituto político y las entidades públicas conformadas por gente emanada de los mismos.

Fascinación por el futuro

Lo interesante de visualizar los reacomodos (en caso de triunfo), es el tiempo que dedicamos a esto y no, a observar cosas más relevantes como el desempeño de las administraciones municipal, estatal o federal.

Tal distracción obedece a que el mexicano está ávido de cambios, de que la situación económica y de seguridad pública mejore en el corto plazo; asimismo, está desencantado de los representantes populares y de las acciones de estos, por lo cual, encontrar a alguien que resuelva los problemas, en una “baraja” de opciones, es cada vez más difícil.

“Papá gobierno”

Cuando llega un nuevo personaje al poder, las expectativas que tienen los ciudadanos son altas, porque esperan que en los primeros días de mandato éste y su equipo de colaboradores pongan en marcha sus promesas hechas en campaña.

Sin embargo, todo cargo público siempre estará sujeto a la observación, a las críticas y sobre todo, a esos males que desagradan a todos los políticos: el desgaste y la impopularidad.

No hay nada peor ellos que ser rechazados por su pueblo; es así como el “futurear” va de la mano con el pronóstico de quienes quedarán fuera de la contienda pre electoral o electoral y los motivos que sustentan determinadas afirmaciones.

La bola de cristal

Hoy, las predicciones sobran de cara a la contienda de 2018 en México. Este espacio no podía quedarse atrás y por ello, le presentamos a continuación los sucesos que ocurrirán el los siguientes meses:

1.- El PRD dará el triunfo: Uno de los dos partidos más desprestigiados de los últimos años (junto con el Partido Verde) es sin duda el Partido de la Revolución Democrática, caracterizado por sufrir de divisiones internas y acusado por tolerar o fomentar actos de corrupción de sus miembros. A pesar de lo ya mencionado, el PRD posee el número necesario (5 por ciento de las preferencias electorales) para hacer ganar a cualquier alianza con el PAN o con el Movimiento de Regeneración Nacional.

2.- El PRI, un cero a la izquierda: La pelea por la silla presidencial en 2018 será protagonizada únicamente por dos bandos, el PAN y Morena con sus respectivos aliados. Por su parte, el tricolor se sitúa al fondo de las encuestas al ubicarse en la tercera posición. No tiene precandidatos visibles ni buena reputación. Su estrategia se basará en ganar el mayor número de curules y escaños para ser la primera fuerza política en el Congreso de la Unión.

3.- El arte de dividir: El PAN es el más claro ejemplo de que la lucha por el poder lo podría dejar al margen de Los Pinos. La lucha entre Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle augura un mal desenlace. Si Zavala obtiene la nominación, llegará sin todo el respaldo del blanquiazul y no sumará los 16 millones de votos necesarios para alcanzar la victoria; si no es postulada por Acción Nacional, su búsqueda por la vía independiente le restará votos al queretano o al poblano.

4.- En caballo de hacienda: Como pocas veces, el triunfo presidencial se nota cada vez más claro en la figura de Andrés Manuel López Obrador, quien además de hacer una campaña (permanente) por todo el país más o menos aceptable, ha sabido capitalizar los errores de sus adversarios. En pocas palabras, si AMLO gana será más por las fallas priistas, panistas y perredistas y no por los aciertos del tabasqueño.

Podríamos enumerar más predicciones; no obstante, al escenario político nacional le quedan muchas historias por contar y a diario se irán reconfigurando las estrategias de cada suspirante de la que ya es considerada, la gran guerra presidencial.

SÍGUEME EN TWITTER:

@LccPibe