“La polémica siempre te dará reflectores”, señala una máxima dentro del ámbito político, además, ésta va complementada con otra que dice: ”La polémica y sus repercusiones deben ser bien planeadas, llevadas y medidas para obtener el resultado deseado”.

Ambas frases deben ser tomadas por toda persona que busque o ejerza el poder o cualquier cargo público, con el objetivo de posicionar su imagen, buscar la cobertura (gratuita) de los medios de comunicación y ganar adeptos.

Make America great again?

Desde hace algunas semanas, el mundo ha observado y escuchado con atención al hombre más controversial de los últimos años, claro que nos referimos al nuevo presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump.

Para nadie es un secreto la animadversión que tienen los mexicanos hacia el nuevo inquilino de la Casa Blanca, sobre todo por las críticas que éste ha realizado de los compatriotas asentados ilegalmente en suelo estadounidense, así como por los recientes desencuentros (diplomáticos) con su homólogo, Enrique Peña Nieto.

Frases, tecnología y tuits

Como nunca antes, la interacción entre gobernante y gobernado es más directa, es decir, sin intermediarios, quienes anteriormente acaparaban y difundían la información de acuerdo a sus intereses. En la actualidad, los políticos emiten posturas, comentarios u opiniones, vía las redes sociales, espacios por los cuales se llega a un mayor número de gente y de manera instantánea.  

Hoy, en los países desarrollados se gobierna con, para y desde los medios, específicamente los digitales y en concreto, las redes sociales como Twitter, ha mostrado su eficacia para enviar mensajes cortos de impacto.

En el caso de Trump, es una figura de claroscuros; sin embargo, desde su precampaña, ha ejecutado a la perfección una estrategia de comunicación basada en la confrontación y en la elaboración de frases contundentes (soundbites) que obligan a razonar.

Los ataques verbales de Donald Trump a México han causado enojo de este lado del Río Bravo; empero, en la unión americana todavía no existe ese gran movimiento unificado que las condene o las respalde, pues aunque las protestas de varios sectores en contra del magnate aumentan cada día, aún no ponen en riesgo la gestión del neoyorkino.  

Los menos son más

Donald Trump no está gobernando para todos, en otras palabras, a él no le interesan las críticas del exterior o de los enemigos de los Estados Unidos, tampoco le importa convencer mediante acciones a sus paisanos de tendencia demócrata ni a las minorías que habitan en esa nación como los afroamericanos, latinos u orientales; no, Trump sólo trabaja para su “voto duro” y nada más. 

Los tuits de Donald Trump atrapan la atención de los periodistas y ciudadanos en general, obtienen la cobertura gratuita de las estaciones de radio, televisión, prensa escrita e internet; asimismo, obligan a cualquiera a emitir juicios de opinión, contrarresta lo dicho por la oposición y persuade a sus seguidores.

El búmeran

Por supuesto que una cosa son los discursos y otras los hechos, y es en esto donde Trump podría tener serías dificultades, pues su estrategia proteccionista no sólo ha afectado los mercados financieros internacionales, sino a la economía de su país.

Hasta el momento el republicano ha puesto en marcha varias de sus promesas, todas, con el soporte mediático que requiere un político; por ahora, sólo nos resta observar su desempeño y analizar la nueva forma de gobernar a través de 140 caracteres.

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