Millones de  personas usan diariamente redes sociales para interactuar conforme a su libre albedrio, compartiendo su humor, sus gustos, y en general, su personalidad, y a diferencia de hace pocos años atrás, las cosas han cambiado drásticamente, haciendo que cualquiera prácticamente pueda conectarse y tener su “identidad” en línea ya sea en celular, Tablet, computadora, e incluso consolas de videojuegos.

Y durante la existencia de la interconexión mundial entre usuarios, siempre han concurrido personas que hacen comentarios fuera de lugar, manifestando su opinión de una manera despectiva y cerrada absolutamente a veredictos contrarios, ignorando toda moral o escrúpulos que, en el mundo físico (porque hoy en día internet y la vida real han llegado a ese punto que tanto mencionan las películas de ciencia ficción, donde son casi idénticas) seguramente te costarían un problema grave, por no decir el recibir una golpiza. Y hace poco, el mundo fue testigo de que simplemente hay temas que en la vida real, como en la red cibernética, no se deben de tocar con un humor arlequinesco.

Durante esta semana ocurrió uno de las peores tragedias que se tenga memoria en Fundación, Colombia, donde un autobús con sobrecupo de niños, se incendió de manera espontánea porque el conductor había puesto gasolina en el carburador, sin dejar de lado que contaba con tambos de gasolina a la hora del accidente, los cuales hicieron el incendio más grande. El autobús venia de un ritual religioso, cuando los cincuenta niños que viajaban se vieron atrapados… El vehículo estaba en un pésimo estado, dejando de lado los papeleos tan irregulares que se ha encontrado durante la investigación, haciendo que 31 niños fallecieran por quemaduras y asfixia, y que 20 más se salvaran, pero que sufrieran de intoxicación, quemaduras graves, traumas psicológicos, entre otras cosas. Aun se investiga la causa del accidente, así como ver si hay un segundo responsable, de lo que tal vez sea una de las tragedias más crueles y desalmadas de los últimos años, no solo en Colombia, pero me atrevo a decir en todo Latinoamérica.

Con la noticia anteriormente mencionada, no falto un inadaptado social que pensó lucrar humor y “fama” a costa del dolor ajeno de familiares, de personas que han pasado por algo similar, y de una red social como es twitter, que no tolero que alguien se mofara de niños inocentes implicados en algo tan cruel y sádico como fue ese incidente. Jorge Alejandro Pérez Monroy de 18 años de edad, estudiante en la universidad cooperativa de Ibagué de Colombia, luego de ocurrido el incidente, subió una serie de mensajes a redes sociales donde se mofaba de manera cruel, racista, y déspota de lo acontecido con el autobús, pensando que solo sería una tarde normal de mofarse del tema en tendencia circulando por la red, pensando que habría risas y apoyo para los amantes del humor denominado “negro”.

Poco sabia Jorge que al día siguiente, sus compañeros de escuela, amigos de las víctimas, y otras personas realmente ofendidas por el tema, encontrarían donde estudiaba, su facultad, sus horarios, y su domicilio, con el único y simple fin de lincharlo por los tweets que había hecho, que para el probablemente pasaron fríamente por su cabeza, sin pensar que un niño no tiene la culpa de sufrir un destino tan trágico como los que sufrieron aquellos 50 jóvenes.  La gente irrumpió en la universidad y Jorge pudo escapar de la turba, ya que la policía intervino por su rescate, lo sacaron del lugar y lo resguardaron en la comisaria para su protección, ya que (hasta la fecha) la gente lo amenaza y encontró cada uno de sus datos personales, indagando entre conocidos y redes sociales. Lo más increíble es que hasta donde se sabe, ningún grupo de internet como Anonymous encontraron sus datos, sino la propia gente que lo delato y las 200 personas que lo buscaron para encararlo. A Jorge solo le quedo disculparse en una cadena de televisión, avergonzado y humillado por sus actos, sin recibir redención por sus actos, y solo esperar a su supuesta pugna, ya que en Colombia el racismo y comentarios ofensivos están penados hasta con tres años de cárcel.

Y este acontecimiento es el mero reflejo de que la fantasía nos alcanzó, en una era donde hacer comentarios sea en video, mensaje, o audio de algo que toque de manera moral a más de una persona por lo sucedido, es más grave que incluso hacerlo frente a varias personas cara a cara. Se ejerció una presión y ecuanimidad de lo correcto ante el fallecimiento de personas que por ningún momento les paso por la cabeza que un verdadero imbécil se mofaría de ellos después de partir de este mundo. México no es la excepción, recordemos que hace unos ayeres, el comediante “platanito” se vio involucrado en un escándalo al hacer un chiste relacionado a los infantes fallecidos en la guardería ABC. Tuvo que disculparse públicamente y encarar a los padres y publico perturbado por el hecho, incluso cuando ya tenía un cierto lapso de ocurridos los hechos, que le costaron una altísima caída en sus shows en vivo y sus programas, que hasta la fecha todavía no se recupera.

No hay que confundirnos, hay jóvenes y adultos que se ganan la mofa por “méritos propios”, pero muchos admiten sus fallas o sus errores, porque ellos mismos fueron los actores y directores de su comedia, pero en el caso de Colombia no había un motivo u origen de una serie de comentarios tan ignorantes como los que hizo el joven.

tener la mente de lo que es internet en el presente y lo que puede herir a la gente, ponernos en el lugar de los padres de familia que pasan por momentos tan difíciles actualmente y que sea un tema político, religioso, social o cultural, tener un tacto de delicadeza, no empezar con una mente cerrada y discusiones vacías de argumentos y valores. Y lo más importante, recordar que nuestras redes sociales están a solo “un click” de distancia, sin importar la privacidad o cautela que tengamos.

Facebook oficial: //www.facebook.com/mikemsoficial
 
Twitter //twitter.com/pueblablog
 

Facebook //www.facebook.com/PueblaBlog