Llego la feria en su edición 2014, con grandes espectáculos y diversidad de productos, precios, y una cartelera de eventos de calidad, que a lo largo de un mes (11 de abril a 11 de mayo) nos dan más de un motivo para regresar ya sea con amigos, pareja o incluso solos a pasar tiempo de alegría.

Pero en esta ocasión se presentó una parte diferente en el centro expositor, que llama la atención por su exterior, su música y su vibra, que le da incluso a los más tímidos la oportunidad de aventurarse en un mundo de recuerdos y sentimientos encontrados. Hablo del museo de videojuegos.

Por una cuota de 25 pesos por persona, que incluye una ficha para poder jugar cualquier maquina disponible del museo, uno puede adentrarse a detalle en el mundo de los videojuegos y conocer el origen de estos, con objetos que pasaron a la historia y nos hacen reflexionar como es que se dieron saltos agigantados, pasando por las ya clásicas pong, hasta llegar a la leyenda de zelda.  El museo cuenta con una sección dedicada a las primeras consolas diseñadas para el hogar. Atari, Magnavox, por mencionar algunas de las compañías que llenaron de alegría y nostalgia a más de uno, encontrándose en perfecto estado.

En otro lado podemos encontrar un rincón dedicado a Nintendo, una de las compañías que revivió la industria después de su crisis alrededor de 1985, con productos altamente raros y que en cualquier parte del mundo son motivo de envidia. Gran parte está en óptimas condiciones, con su caja y exhibidas de la más antigua a lo reciente.

Accesorios, decoración y artilugios tanto ¨retro¨ como modernos se hacen presentes, haciéndonos respirar un aire de alegría y conocimiento. Y por si fuera poco, gran parte del museo cuenta con una sección salón tipo ¨arcade¨ (maquinitas, chispas, salones… etc) donde podemos usar la ficha que nos dieron en la entrada como previamente mencione, y poder regresar al pasado y disfrutar más de 30 diferentes juegos, en su mayoría máquinas de pinball con una infinidad de temáticas, como spiderman, mario bros, robocop, cuentos de la cripta, entre otras.

Si uno no es aficionado puede encontrar maquinas como Galaga, pacman, star wars, space invaders, after burner, entre más… y todas en un estado impecable. Y no se preocupen, si quieren probar más de un juego, por diez pesos pueden obtener otra  ficha. Considerando ese el costo de recuperación y el precio por mantener una colección respetable, es algo económico.

Tuve la oportunidad de platicar con Jose Yever, técnico encargado del museo, me comento cómo funcionan las máquinas y el costo de restauración, que puede variar entre 80 a 100 mil pesos, buscando partes y refacciones y así dejarla justamente te como era originalmente. Piezas de vidrio, metal y rara vez plástico o imitaciones, todo perfectamente amarrado y coordinado para su óptimo desempeño. José es sin duda un profesional en el medio quien merece respeto y felicitaciones por su trabajo, como la amabilidad y humildad en darnos información.

El museo cuenta con una sección donde podemos comprar playeras y otros souvenirs, desafortunadamente en el momento que acudí no había nadie para darme precios o información, de hecho pensaba que eran parte de la decoración, hasta que tiempo después me informaron que en efecto, era una mini tienda. Lo negativo es que  justamente está adentro del museo, y debemos de pagar la cuota para pagar por la playera, creando un gasto un tanto extra si no es la primera vez que vamos. Hubiese sido agradable que el puesto hubiese estado a las afueras junto a la decoración o a la taquilla, asi se hubiese visto más aparatosa dicha sección de la feria, y así ponernos en sintonía antes de entrar. Pero no se dejen engañar, el corredor donde se encuentra el museo es muy concurrido.

Una colección respetable enfocada en la cultura retro, que le falta llenar algunos aspectos, como es Sega, consolas y accesorios de Nintendo, Sony,  Philips, Neo Geo, que se dice fácil, pero que sinceramente es admirable en la alta calidad que conservan los objetos de la gala, hace que uno quiera regresar a admirar y recordar los momentos de su niñez y porque no… empezar su propia colección y ser parte de la historia que más que videojuegos, es nostalgia, tecnología, y una inversión. Espero que nos podamos ver en 2015 renovados y recargados, mostrándole a las nuevas generaciones que tanta diversión había en un cartucho.

Para más fotografías, los invito a visitar mi perfil en TodoPuebla, vuélvanse fans y gracias por leer los blogs semanalmente.

Agradecimientos al staff de la feria de Puebla y a Jose Yever Gonzalez por darnos información así como una entrevista.

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