Pocas veces uno se siente conmovido por el fallecimiento de alguien ajeno a su círculo social de amistades, pero el pasado 18 de Marzo de 2014 se fue alguien que estuvo en nuestros hogares y en nuestros corazones durante mucho tiempo por haber brindado magia y un encanto a la televisión, hablo de nadie más que de Jorge “el tata” Arvizu.

Persona de orígenes particularmente promedios, Arvizu empezó su estrellato creando doblajes que pasarían para la posteridad, algunos polémicos pero necesarios para dar a conocer culturas diferentes y emergentes en México. Animaciones de la casa Hanna Barbera como son los supersónicos, Don gato y su pandilla, Looney tunes, Batman, fueron parte de su profesionalismo y que crearon una pauta para generaciones en el futuro laboral, donde eran métodos prácticos y con escasos recursos, y aun así sacar adelante una gran serie adelante.

Un gran problema en la década de los sesentas y setentas es que el idioma ingles no era algo tan común en México; incluso hoy en día no se considera obligatorio saberlo, pero sin duda es más la gente que habla o comprende esta lengua. Pese a este impedimento, Arvizu trataba de darle una personalidad a sus personajes y fue el pionero en crear la cita en el medio de “mejor que el original”, la cual es un gran honor recibir y escuchar cuando el actor original de doblaje acepta que la voz en español (en este caso, del tata) tiene más emoción, aceptación y elaboración que la propia norteamericana. Súper agente 86, Los Picapiedras, El bueno el malo y el feo, Ratatouille, y Digimon, son trabajos que recibió muchísima aceptación, y es increíble que en series totalmente diferentes el hizo historia y creo infancias memorables para todo mundo.

Trabajo en Televisa haciendo el personaje de “el tata”, un anciano que habitaba una casa muy particular en el programa “la criada bien criada” llevándose el rol del mejor personaje secundario, creando la frase más usada para resumir a un viejo senil, desorientado y a veces desesperante: “quiero mi cocol”. Muchas personas adoraron este programa junto con el chavo del ocho y el chapulín colorado, arrasando en Sudamérica y dando un estereotipo a la gente mayor para los años siguientes. Algunas personas discrepan con el personaje de “el tata” como algo grosero y estereotípico, pero sin duda la creatividad, observación y énfasis que uso Arvizu para crear a dicho personaje lo llevaría aún más lejos.

Arvizu apareció en televisión cautivando a las nuevas generaciones con su gran voz  y talento en otros proyectos como fueron el privilegio de mandar, plaza sésamo, los Beatles (la serie animada), Mujer casos de la vida real, las calenturas de Juan Camaney, Misión imposible, e incluso en la irreverente película Up in smoke. Cerrando de manera temporal en algunas ocasiones su carrera por cuestiones de salud, pero siempre adelante con su alegría particular.

El dejo cimientos sólidos para tener todavía más hermosos recuerdos de la niñez, dándole apoyo a la industria del doblaje y colaborando con grandes nombres como Víctor Alcocer, Julio Lucena, Francisco Colmenero, entre otros. Poco tiempo después nos encontraríamos con calidad y aprendizaje de dicha “escuela” previamente mencionada, como lo es Mario Castañeda.

Su vida personal estaba llena de cultura, ya que le encantaba la pintura y principalmente la música Jazz que amenizaba su alma en momentos difíciles y que se volvió una pasión al grado de que creo su propia banda y su disco. Arvizu recientemente tuvo momentos de controversia cuando se dio a conocer que apoyaba la ideología de manera abierta de Andrés Manuel López Obrador, incluso apareciendo en comerciales diciéndonos por qué la idea que el proponía era la opción adecuada para México. Independientemente de nuestra corriente política, el Tata nos demostró que no hay que ponernos límites, expresarnos y seguir adelante con nuestras convicciones, así como hacer todo con profesionalismo y amor a nuestro trabajo.

Jorge “el tata” Arvizu, nunca olvidaremos la infancia tan grandiosa que nos brindaste, la pasión que le diste a tu trabajo, y las frases tan emotivas que nos hicieron reír, llorar, y que recordaremos por el resto de nuestras vidas. Probablemente los nietos de nuestros nietos recuerden con cariño como eran “nuestros tiempos”, cuando no había caos, guerra, obligaciones… la única preocupación era hacer la tarea, portarse bien con nuestros papas, crecer, y no perdernos nuestros programas favoritas, donde llego a aparecer tu voz Arvizu… Siempre te recordaremos en el fondo de nuestra alma y volverte parte de nuestra familia a través de la televisión… A dónde vas esta todo el cocol que gustes… Descansa en paz…príncipe del doblaje…

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