@MelissaDeCima

Dirigida por Steve Mcqueen y escrita por John Ridley; basándose en la novela del personaje real Solomon Northrup.

Una película densa con un cierre de esperanza y felicidad.

Solomon Northrup (Chiwetel Ejifor) es un newyorkino afroamericano libre, que vive con su familia tranquilamente. Solomon es víctima de un engaño que se convierte en secuestro; su vida cambia porque amanece siendo un esclavo en Nueva Orleans. La esclavitud, la represión y el racismo a mediados del siglo XIX hacen de la vida de los trabajadores, un infierno. Solomon rompe esquemas y reglas, ya que él no fue criado como esclavo sino como un hombre libre; sin embargo, las consecuencias se cumplen con castigos y golpes.

Tras varios intentos y engaños, Northrup, por medio de Bass (Brad Pitt) logra contactar a sus familiares para que le manden sus papeles y pueda mostrar su verdadera identidad; y así es como logra que un sheriff local vaya por él y lo devuelva con su familia.

Es una historia en la que la mayor parte sufrí, creo que la intención del director es esa: meterte en el mood de la injusticia, del abuso y de la repulsión por la esclavitud.

Hay muchas cosas que me parecen interesantes en esta película. El director Steve McQueen, es inglés con ascendencia afroamericana; esto quiere decir que sabe de lo que habla y conoce perfectamente el racismo desde que iba en la escuela; como lo ha comentado en entrevistas.

El personaje de Solomon, como buen protagonista, es un guerrero. Me gusta su manera de no creerse ni nombrarse nunca “esclavo”; no se deja sabotear por nadie y siempre usa la lógica para resolver los obstáculos. Su actitud positiva e inteligencia emocional ante las dificultades es lo que lo mantiene vivo durante 12 años. Siendo un hombre libre y de la gran ciudad, Solomon es una persona educada que no deja de defender sus derechos, dentro de sus posibilidades.

Lo mejor de la película es que el caso real de Solomon Nurthrup, finalmente, es una historia de éxito. Los 12 años de esclavitud lo hacen crecer de una manera en la que nunca se imaginó; pero la escena final, cuando vuelve a casa pidiendo disculpas a su familia por su desaparición, es cuando los doce años se disuelven en el aire y no vale la pena recordar el sufrimiento sino el crecimiento.

¿La recomiendo?

-Sí.

Ojo:

-Es densa y lenta.

-No te vas a reír en ningún momento y vas a soltar el aire hasta el final.

Lo que vale la pena:

-Es una historia real.

-Tiene un corazón impreso del crew y cast que realizaron esta película.

-Te hace reflexionar en lo absurdo que es no sólo la esclavitud, sino, el racismo que vivimos hasta nuestros días; también en la actitud positiva que todos deberíamos tomar en cualquier circunstancia.

-Tiene 9 nominaciones (averigua por qué!!!!)

@MelissaDeCima