No puede existir una prosperidad sostenida, si la generación de riqueza no beneficia proporcionalmente a los que en ella participan, considerando que las generaciones presentes y futuras tenemos derecho a un medio ambiente sano.

A pesar de lo anterior, desde hace muchos años y ante los ojos de todos, una población de poco más de tres millones de personas, más la fauna y flora localizadas alrededor de la presa Manuel Ávila Camacho, mejor conocida como Lago de Valsequillo, se están viendo afectadas por su contaminación.

Esta presa fue construida en el año 1946 para regularizar y aprovechar, el riego y los escurrimientos de los rios Atoyac y Alseseca, en beneficio de 34,340 personas (proyecto original) y es una cortina del tipo gravedad (peso propio) de tierra, provista por la margen izquierda de una obra de toma y de un vertedor de excedencias de cresta libre con canal lateral. La corona de la cortina tiene 425 m. de longitud y la altura de la sección máxima de la cortina es de 82 m.

La capacidad máxima de almacenamiento original de agua de la presa era de 404.5 millones de m3, 303.7 millones de m3 según el estudio batimetrico de 1970 (dato oficial actual) y medía 228 millones de m3 en septiembre de 1998; el área de la Cuenca de Atoyac (aportadora de vaso) es de 3,923 km2; dentro de la zona local al embalse se localizan 17 localidades.

Los altos grados de contaminación que existen en esta presa y sus alrededores, están causando severos daños a las personas, así como a la flora y fauna del lugar. Por lo que hace a la flora, se trata de una vegetación acuática constituida del eichhomia crassipes (lirio acuático), berua erecta, scirpus americanos, thyphadomingensis e hidrocotyle spp; respecto a la fauna, se ha visto reducida existiendo todavía cyprinus carpio communis, carpa; tilapia, melanopleura y tilapia spp, con grandes problemas para mantener su ciclo reproductivo, y por consecuencia su existencia en dicho embalse.

Según la Conagua, la presa está azolvada en un 50% de su capacidad y la contaminación ha generado graves daños ecológicos en los ríos y a la misma presa, afectando a una población conurbada de 3.3 millones de personas.

La recuperación del Lago de Valsequillo, siempre es bandera de las propuestas de campaña de casi todos los partidos políticos en el estado de Puebla, así como de una gran cantidad de funcionarios locales y federales se han comprometido para ejecutar proyectos para su recuperación, sin que hasta la fecha se observen los resultados a pesar de que se ha hablado, entre otros proyectos, de una supuesta planeación para el saneamiento a realizarse conjuntamente entre la propia Conagua y los gobiernos de Puebla y Tlaxcala, planeación que incluye 752 kilómetros de redes de agua potable, 921 kilómetros de redes de alcantarillado, 306 kilómetros de colectores, 105 nuevas plantas de tratamiento de agua y 8 rehabilitaciones de plantas existentes, entre muchas acciones más.

De hecho, mucha de la información en torno al Lago de Valsequillo se encuentra reservada por cada gobierno y los medios locales y nacionales han informado por ejemplo que en la población de San José Tejaluca se detectaron a 50 pequeños con altos niveles de plomo en la sangre, deficiencias congénitas en manos y pies (ya que tienen 6 dedos en cada una de las extremidades), labio leporino y paladar hendido, debido a la contaminación de esta presa (Reforma).

Asimismo, en su momento, mientras algunas autoridades han reconocido altos niveles de plomo, arsénico y mercurio en el agua de la presa por las descargas industriales y domésticas en los ríos que desembocan en el lago, otras han señalado que la presa no contiene cantidades importantes de metales pesados como el plomo, cromo, zinc y mercurio, y que la mayor parte de su contaminación se compone por coliformes fecales, sólidos suspendidos, así como dqo y dbo —demanda química y bioquímica de oxígeno, respectivamente; deslindándose las autoridades federales al señalar que no todas las industrias que descargan en los ríos aledaños son reglamentadas por el gobierno federal, pues hay muchas textileras que descargan a redes municipales, por lo que proponen que el municipio tendrá que aplicar la norma 002 a las industrias que descargan en su red municipal.

Ante tal ineficiencia en esta problemática, como ciudadano y empresario considero que debe exhortarse a todas las autoridades locales y federales en la materia para que rinda informes sobre el verdadero estado en que se encuentra la Presa del Lago de Valsequillo, así como de los ríos que desembocan ahí, el tipo de contaminación generada, y los daños causados en las comunidades, población, flora y fauna que habitan ahí o en zonas colindantes, que exhiban cuáles son las empresas contaminantes, las razones por las que se les han impuesto sanciones y por las que no se las han aplicado, pero sobre todo, las razones por las que se les ha permitido contaminar de tal manera la zona.

Asimismo, deberán informarnos sobre las sanciones penales y/o administrativas que se hayan impuesto a las autoridades competentes, así como a cualquier persona física o moral que hayan incurrido en responsabilidad con motivo de la contaminación de la Presa Manuel Ávila Camacho.

* El autor es empresario del ramo energético y ambiental y Presidente de Evolution Mind, A.C.