No podemos hablar de la Navidad  sin pensar en las fiestas, los regalos, la comida y  la decoración navideña que se avecina. A pesar de las situaciones conflictivas y de extrema pobreza, los malos gobiernos etc. que se extienden a lo largo y ancho del mundo, cuando llega la Navidad el optimismo y la esperanza se apodera de todos nosotros.

Nos volvemos positivos, el amor está en el aire, y porque no, también pretensiones laborales y familiares se ven optimizadas.

La Navidad nos hace sentir más cercanos a los demás y recuperar ese espíritu infantil que dejamos a un lado el resto del año. Y qué mejor forma de hacerlo que reunir a toda la familia para celebrar el nacimiento del niño Jesús, la llegada de Papá Noel o el Día de Reyes.

La palabra Navidad viene del latín "nativita", que quiere decir“nacimiento”. El motivo de esta fiesta es principalmente el nacimiento del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José; por este motivo mensajes de esperanza, unión, paz y amor abundan en todos nosotros. En estos días de fiesta, las casas, edificios, calles y plazas se visten de fiesta con luces y figuras navideñas brillantes y coloridas que hacen que muchos corazones se llenen de nuevas y renovadas ilusiones y esperanzas.

Estas fiestas navideñas suponen muchos momentos de magia y fantasía. Durante la Navidad se producen diversos hechos muy significativos. Reunir a toda la familia para cenar en Nochebuena, Nochevieja o el Día de Navidad o de Reyes; enviar y recibir tarjetas navideñas y regalos, hablarle a nuestros conocidos para felicitarles las Pascuas; esperar con gran expectación la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos; montar el nacimiento y el árbol de Navidad; decorar ventanas, puertas y paredes con campanas, velas, ángeles o cualquier otra figurita navideña.

La finalidad para todos, en todo el mundo es la misma “celebrar”, dependiendo sus creencias y su religión, al final de cuentas, estar juntos es lo importante, hacer las paces con aquellas personas que tuviste diferencias durante el año y ¡empezar de nuevo!

Cada inicio de año empezamos con nuevos sueños, deseos, ascender en el trabajo, conseguir algún estudio, comprarse algo, formalizar una relación, etc.

Las fiestas decembrinas nos llenan a todos de amor, aprovecha para estar cerca de tu familia y seres queridos, y no sólo estar cerca, ¡hacérselos saber! Porque no sabemos ni el día ni la hora, que dejaremos este mundo, colgaremos los tenis y nos iremos a reunir con el buen ¡Chespirito!

Que tengan unas excelentes fiestas y nos leemos el próximo año.

Carpe Diem.