En las organizaciones horizontales, como las cooperativas, el liderazgo se ejerce de manera democrática, es decir que se fomenta la participación de los trabajadores, dejando que ellos decidan más sobre sus funciones; en las cooperativas se busca entonces que el personal tenga las suficientes competencias, para tomar decisiones. Podemos observar también, que en las cooperativas, los miembros opinan y no solo reciben y cumplen órdenes.

Democrático viene de las palabras demos (pueblo) y kratos (autoridad o gobierno). Cabe señalar que, se ha podido constatar que la democracia en las empresas,  es decir la toma de decisiones compartida, fomenta la integración y eleva la motivación entre los colaboradores. Por ello el líder de una cooperativa fomenta la comunicación organizacional, fortalece la participación conjunta en las decisiones y anima y toma en cuenta las sugerencias de sus colaboradores sin importar si ocupan un puesto alto o bajo en el escalafón.

PERFIL DE UN LÍDER COOPERATIVISTA

• Empodera a sus empleados y los faculta en la toma de decisiones.
• Fomenta la participación activa en la producción y progreso de la empresa.
• Comparte el poder, las soluciones y orienta al personal.
• Motiva a sus empleados porque los conoce, los reconoce y los consulta.
• Potencia la discusión en el grupo y el trabajo en equipo.
• Reconoce que varias personas piensan mejor que una.
• Es capaz de delegar tareas de forma efectiva porque cree en los demás y les tiene confianza.

Para ser un líder democrático hay que tener voluntad y una enorme seguridad en sí mismo. También hace falte tener y fortalecer las siguientes habilidades:

Capacidad para la escucha. La principal virtud de este tipo de líderes es su habilidad para escuchar activa y empáticamente a cada uno de los miembros de su equipo. Hace un esfuerzo eficaz y eficiente por comprender pensamientos, sentimientos y  aportaciones de los demás.

Carisma. Los líderes democráticos son carismáticos y con una gran capacidad de comunicación. Esta habilidad la utilizan para: señalar objetivos, explicar acciones, definir tareas, dar sentido al quehacer, mejorar las relaciones con sus colaboradores, mediar y solucionar conflictos.

Empatía. Los líderes democráticos se ponen en el lugar de los demás para comprender la situación por la que están pasando. Esta capacidad les granjea el respeto de su equipo de trabajo.

Delegación. El líder democrático confía en su equipo y delega las responsabilidades para el logro de metas y objetivos. Es un líder que plantea retos, alienta y reconoce los éxitos.

Las cooperativas ofrecen un medio natural para el surgimiento y desarrollo de los líderes democráticos. En este tipo de empresa la voluntad se fortalece, la determinación se fragua y el futuro se construye entre todos.