Muchas personas haciendo infinidad de cosas, de infinitas maneras, con infinitos resultados (eso lo aprendí hoy) por ejemplo, mientras tu lees esto y mientras yo lo escribo hay miles de personas muriendo, otras saliendo del vientre de su madre, unas cuantas tras las rejas de una cárcel pensando en como escapar o algunos otros pensando en su familia, otras tantas sentadas en la sala de su cine preferido con la boca llena de palomitas, algunos ancianos contando historias a sus nietos, otros peleando por dinero, muchos imagino en una gran suite cerca de la playa, millones de personas trabajando para sacar adelante a sus hijos y otros simplemente esperando q una buena oportunidad les llegue, miles que suben a diario en la estación de indios verdes en el metro de la Ciudad de México con miles de pensamientos, todos ellos analistas, doctores, contadores, vendedores, madres solteras, estudiantes, espiritualistas, niños, mujeres, científicos, políticos y unos cuantos de identidad sexual contraria o... las envidiables millones de personas que estan haciendo el amor, justo en este preciso momento en que estamos sentados leyendo el párrafo. Intrigante no?

Detenerse en la calle un momento y ver pasar la gente, puede regalarnos un buen rato de reflexión, reflexión que te hace ver que no estamos solos, que todos buscamos el mismo punto, que es la felicidad, o simplemente ser escuchados. Ser escuchados es parte de necesitarnos unos a los otros, es parte de ser humanos. Aprender de los demás es parte de crecer y es por ello que en infinidad de formas, todos cargamos con nuestros propios demonios, situaciones y pensamientos. Que maravilloso que dos personas las puedan desahogar con subway y un café.

Puebla, puebla, jueves 12 de Junio 2014. Gloria Maldonado Granillo