México y Canadá acaban de concluir la reunión bilateral más productiva en la historia de la relación entre ambos países.  De las administraciones Panistas de Fox y Calderón heredamos unas pésimas relaciones, que terminaron con el requisito de visa en tiempos de Felipe Calderón.

Trump ha metido miedo en América del Norte. Una amenaza cómo la que plantea con su retórica anti-NAFTA ha obligado a los gobiernos de México y Canadá a actuar con rapidez para pasar de la retórica a la acción y crear una agenda de acercamiento ambiciosa y realista.

América del Norte puede ser una región cada vez más competitiva e integrada o volver a ser los que era antes del ?NAFTA:  Un tríptico de países que no se veían como una región con un destino compartido.

En un contexto global muy complicado, la cumbre Trudeau-Peña fue un éxito. El símbolo de ella es la cancelación del requisito de visa por parte de Canadá para los viajeros mexicanos. Esta medida decretada por el anterior primer ministro Stephen Harper (en tiempos de Calderón) había generado una enorme molestia en México. Fue diseñada para poner freno a las peticiones de asilo y se convirtió en un muro entre dos países que no tienen historia de confrontaciones.

Podemos hablar de éxito en la relación bilateral por los otros acuerdos alcanzados y por el mensaje implícito en todos ellos: hay un interés en ambos países en avanzar en el intercambio, sin importar lo que suceda en Estados Unidos. El Tío Sam puede seguir deshojando la margarita con Trump, el NAFTA, la migración y todos los temas que quiera, pero Canadá y México pueden correr juntos sin necesidad de tutela.

Entre los acuerdos bilaterales firmado, destacan los temas: medio ambiente, logística, energía, cultura, educación, ciencia y tecnología, entre otros.  Justin Trudeau apuesta por marcar una diferencia clara con respecto a Harper. El Presidente Peña Nieto tiene un interés renovado por Canadá: cuenta mucho que México ha hecho de la apertura comercial una política de Estado.

Desde la firma del TLCAN, no ha habido un solo presidente que haya pretendido regresar al proteccionismo.

La relación de México con Canadá es mucho más importante de lo que muchos suponen. El comercio bilateral llegó a 37,800 millones de dólares en el 2015. Hay 2 millones de turistas canadienses que visitan México cada año, frente a 200,000 mexicanos y 21,000 trabajadores agrícolas. Las inversiones canadienses en México suman 25,000 millones de dólares, destacan en minería y aeroespacial, pero empezarán a notarse en Energía. Las de México en Canadá son menos de 2,000 millones, aunque la compra de Canada Bread por parte de Bimbo puede ser el comienzo de algo.

El Presidente Peña está muy atento, sabe del riesgo que representa Trump para México. Desde ya se está comenzando a trabajar en una América del Norte sin Estados Unidos.

La fotografía de Trudeau y Peña en una carrera matutina es todo un símbolo. Allí no falta Obama... ni Trump.

@felipealave