Sensibilidad

Beethoven decía que “la música constituye la más alta revelación que ninguna filosofía”. En el siglo XIX, la música se convirtió en la quintaesencia de las artes. La música, a lo largo de la historia, ha tenido diversas funciones, y siempre ha destacado su capacidad para despertar emociones en el oyente. Es precisamente a través del arte de los sonidos que se identifica una parte de nuestro ser, que en comunión con la música nos transformamos, casi nos transfiguramos.

La posibilidad de poder vivir éstas y otras experiencias sólo se puede nutrir a través de un concierto, música, en vivo. Para quienes hemos tenido la oportunidad de escuchar al piano las interpretaciones de Daniel Rodríguez Angulo, llevamos en nuestro interior emociones, recuerdos, y la sensación de que a través de sus manos se produce una poesía indescriptible. Por las falanges de un pianista como Daniel Rodríguez fluyen versos que, como sostenían los románticos, dicen lo indecible, expresan lo inexpresable.

Desarrollo musical poblano

Originario de Mérida, Yucatán, Daniel Rodríguez destaca por ser un concertista de tiempo completo adscrito desde 1988 a la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes en México. Desde aquel año radica en Puebla, y su estancia en la ciudad es un testimonio del desarrollo musical del estado. De acuerdo con sus palabras (en entrevista) Puebla ha tenido un progreso importante. La entonces “Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla”, ahora “Orquesta Sinfónica 5 de Mayo”, creada por propuesta del historiador Marco Velázquez, marca un evento importante.

Daniel Rodríguez recuerda con gran aprecio las temporadas de conciertos “Lo clásicos van al barroco” que se efectuaban en el Salón Barroco en el edificio Carolino de la BUAP. Estas temporadas fueron dirigidas entonces por el Lic. Marco Antonio Durán. Desafortunadamente, el terremoto vivido en Puebla en 1999, cambió las circunstancias. Durante la existencia de tales temporadas musicales D. Rodríguez ofreció en cada una de ellas conciertos memorables con las obras más selectas del repertorio barroco, clásico, decimonónico y del siglo XX.

Herencia

Entre los músicos, compositores en su mayoría, que Rodríguez considera que han dejado un legado importante a la ciudad de Puebla se pueden mencionar a Felipe Ledesma, Francisco Martínez Galnares, Gonzalo Macías, Isaías Noriega y Joaquín Gutiérrez Heras. Cada uno de estos músicos, además de una historia musical personal notable, han dejado a la ciudad y en las instituciones donde han laborado una herencia importante en los ámbitos de la educación, la vida artística poblana y la composición.

Por ejemplo, a Felipe Ledesma se le recuerda sobre todo por haber creado el Coro de los Niños Cantores, un excelente educador en clases de armonía, contrapunto y composición, y un excelente compositor (de obras que ahora y tras su muerte merecen un digno rescate y difusión). La presencia de Francisco Martínez destacó sobre todo dentro de las aulas del entonces Departamento de Música de la BUAP. Su alta exigencia y sapiencia en clases de análisis musical, historia de la música ejerció una fuerte influencia en alumnos al igual que en los profesores de aquella época. Gonzalo Macías, aún presente en la Escuela de Artes de la BUAP, como compositor, docente y promotor de la música nueva es una figura internacional importante en la actualidad. El caso de Isaías Noriega es digno de mencionar con respecto a la gran amistad que lo unió a los pianistas Daniel Rodríguez y Carmen Badillo. Bicromía, de Noriega, una obra para cuatro manos, fue dedicada a ellos dos. Esta composición ha sido grabada por Rodríguez y Badillo en un fonograma que lleva el nombre de la obra. Joaquín Gutiérrez, si bien fue un compositor que se desarrolló fuera de Puebla, es un personaje importante por ser oriundo de Tehuacán.

Alumnos

Además de los aportes musicales que Daniel Rodríguez ha dejado a la ciudad de Puebla a través de conciertos, recitales y conferencias, su legado a través de sus clases forma un apartado importante. Docente fundador del Departamento de Música de la UDLA-P y de la academia Opus 91, Enseñanza pianística especializada, fundada junto con su esposa, la pianista y pedagoga Carmen Badillo, y ahora profesor en la Escuela de Artes de la BUAP, ha contribuido al desarrollo profesional de diversos músicos. Cabe destacar los nombres de los compositores Rodrigo Flores, Manuel Ramos, Marilú Niño, el pianista Jaime Arellano, la musicóloga Ana Alonso Minuti y quien esto escribe.

Este texto fue publicado en el diario El Popular, Puebla, Pue., México, el viernes 27 de noviembre de 2015, en la columna semanal “Son, sonata y rock”.