Postludio

“Joaquín Gutiérrez Heras fue un extraordinario compositor, un traductor formidable y un maravilloso ser humano. Lamento su ausencia. Mucho”, decía Consuelo Sáizar el día del fallecimiento del compositor de Postludio, su obra más afamada. Tres años hace ya que murió este compositor poblano (2012), dejando un legado musical que de inmediato se vislumbra con enormes aportes para la musicología. La muerte de un personaje que ha contribuido culturalmente con su trabajo es lamentable, cierto. Sin embargo, los que aún continuamos con vida tenemos el derecho y la responsabilidad, no sólo de recordar, sino de estudiar y establecer las conexiones y hechos que nos ayuden a comprender y crear un significado de nuestra realidad cultural y artística.

El compositor

Gutiérrez Heras compuso cerca de 60 obras para diferentes géneros y ensambles. Entre las categorías más amplias, su música se puede dividir en: vocal, instrumental, ballet, teatro y cine. En el caso de la música vocal se pueden distinguir obras a capella, coral-instrumental y solista con ensamble instrumental. La música instrumental responde a una categoría más amplia en la que se hallan: solos instrumentales, dúos, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, orquesta de cuerdas, orquesta de cámara, orquesta sinfónica, y solista con orquesta.

De tal forma, la música de Gutiérrez Heras se puede estudiar a partir de tal división. Esto debe incluir, sin embargo, la posibilidad de un desarrollo composicional, cronológicamente hablando. La primera obra de su catálogo data de 1949: Divertimento para piano y orquesta (revisada 31 años después). Una melodía mexicana y ocho disfraces de época, compuesta en 2001, corresponde a su última obra. Esta información, no obstante, es importante verificarla, sobre todo cuando se toman en cuenta aspectos como fragmentos composicionales, obras menores, revisiones de obras, arreglos y cuestiones similares.

Escritor y traductor

Una de las facetas mencionadas por C. Sáizar es la de Gutiérrez Heras como “un traductor formidable”. Esto es un aspecto interesante, pues lo más común es que tal trabajo corresponda sobre todo a literatos. La etapa de traductor se remite a dos textos que se han podido hallar hasta ahora: Historia trágica de la literatura (1965, en el FCE) de Walter Muschg, y Los Etruscos (1966, también en FCE) de Alain Hus. –Tal información deberá ser verificada, pues se espera que sea el mismo autor del Postludio. La duda surge al tratarse de textos que no son propiamente musicales–.

El trabajo de Gutiérrez como escritor, por otro lado, resulta verificable por fuentes provenientes de diccionarios e investigaciones sobre el compositor. En este caso, se pueden mencionar textos como: “Menos música por favor” (1959), “No se cansan los jóvenes compositores, y el público…” (1959), Music in transition (1964), “De la educación musical” (1968), “La coronación de Poppea: música rediviva” (1968), “Canciones mexicanas” (1971, notas de disco), Pablo Moncayo: Huapango; Carlos Chávez: corrido El Sol; Silvestre Revueltas: Redes (1974, notas de disco), “En busca del tiempo perdido” (1975), y así hasta llegar a “Acerca del artículo ‘La vanguardia y yo’, de Ramón Barce” (1993) y “Dos textos” (1997).

Textos sobre G. Heras

La información asequible sobre Joaquín Gutiérrez resulta ser nutrida. Conforme al libro de la investigadora Consuelo Carredano, La poética de la libertad, los textos sobre el compositor tehucanense parten de 1950, con un escrito de José Morales Esteves. El compositor ha sido abordado por musicólogos, investigadores y críticos de la talla de Leonora Saavedra, Esperanza Pulido, José Antonio Alcaráz, Luis Jaime Cortez, Eduardo Soto Millán, Luis Ignacio Helguera, Yolanda Moreno Rivas, Hugo Hiriart y Juan Arturo Brennan. Las entrevistas realizadas al compositor resultan igualmente nutridas, e integran otro aspecto de estudio.

Discografía y partituras

Evidentemente, en tiempos actuales es muy fácil encontrar la música de un compositor en medios electrónicos. Con todo y eso, no todo se puede localizar en la Web. Vale la pena entonces, mencionar que al menos en una decena de fonogramas se pueden hallar diversas obras de Gutiérrez H. Asimismo, más de una decena de sus obras han sido publicadas por diferentes instituciones.

Preludio

Una persona ha muerto, pero no así su legado. Ante los ojos de la musicología yace un mar de información dentro del cual sumergirse. Volvamos al inicio y honremos la vida de un hombre cuya herencia tiene un gran valor cultural.

Este texto fue publicado en el diario El Popular, Puebla, Pue., México, el viernes 21 de agosto de 2015, en la columna semanal “Son, sonata y rock”.