El origen

Una de las diversas actividades que se deben realizar como personal académico de una universidad pública o privada es la investigación. Los proyectos pueden ir desde lo individual hasta grupos de investigación, en los que se pueden integrar estudiantes. Precisamente, es partir del segundo caso, como un grupo colegiado, o Cuerpo Académico (por su nombre institucional) que el año pasado (2014) surgió la idea de ofrecer un legado musical a través de la grabación de obras de diversos autores, entre los que figuran compositores ampliamente reconocidos.

El proyecto

La propuesta inicial nació con la idea de grabar obras para piano de Gonzalo Macías, algunas de su reciente libro, Doce maneras de abordar la composición musical (2014). A este proyecto de inmediato se unió la necesidad de incluir obras de Nadia Borislova, Brian Banks, Einojuhani Rautavaara, Valery Agababov, Julio Cesar Oliva y Máximo Diego Pujol. Uno de los ejes centrales del fonograma lo conforman las propuestas composicionales de las últimas cuatro décadas. Y, por otro lado, la música que se ha grabado adquiere cohesión a través del piano, la guitarra, la flauta y el violín.

Las obras que se conforman el disco son: la Sonata (1975) para flauta y guitarra, de Einojuhani Rautavaara (1928); diez de las Veinte piezas para piano, con la nueva grafía (1987), para piano sólo, de Gonzalo Macías (1958); Una flor en la laguna (1991), para violín y guitarra, de Julio César Oliva (1947); La danza del viento y el chamán (1995), para guitarra sola, de Nadia Borislova; Espirales (1998) para piano sólo, de Macías, Dos aires candomberos (2000), para flauta y guitarra, de Máximo Diego Pujol (1957); la Suite Lou Harrison in memoriam (2004), para flauta y guitarra, de Brian Banks (1964); las Variaciones sobre la romanza antigua “Yo la encontré a usted” (2006), para guitarra sola, de Agababov Valeriy Pavlovich; Arbatsky Vals (2006), para guitarra sola, de Borislova; y Homenaje a Liszt, Manecillas, y Ciclos (2013), las primeras dos para piano solo y la tercera para guitarra acústica y guitarra eléctrica, de las Doce manera de abordar la composición, de Macías.

Memoria y tiempo

La diversidad de las obras por el periodo de tiempo en el que se encuentra circunscritas, aunado a los diferentes géneros y estilos de cada compositor, forma un jardín de figuras, colores, dimensiones y estructuras multiformes. En este sentido, viene a la mente una frase del compositor norteamericano Morton Feldman (1926-1987), a propósito de un texto intitulado El futuro de la música local: “Hay ideas. Hay conceptos. Se nos ha otorgado todo. ¿Cómo orquestarlo? Eso no está predeterminado. Eso no se encuentra en los libros. Tenemos que tomar la decisión. Se trata de nuestra única decisión. Tiene que ver con el acto de diferenciarse, con la forma, el contraste, con la historia del arte”.

En efecto, a través de cada obra se pueden localizar diversas ideas, que cada uno de los compositores captura y logra darle sentido mediante formas distintas, que pueden tener nombres tan clásicos como sonata, vals, tema y variaciones o suite, o recurrir a prácticas medievales u orientales como la ductia o la jahla; a géneros populares como el tango y el candombe, o bien a procedimientos de la música nueva como efectos sonoros no tradicionales, y convertir ideas, imágenes o representaciones gráficas de diversa índole en objetos sonoros. De ahí que una producción musical camerística de tal naturaleza lleve un título como “Memoria y tiempo”. Se alude no sólo al tiempo que transcurre dentro de cada obra, sino además a una tradición fuertemente arraigada en cada composición. La innovación y originalidad impresa por cada compositor lleva cada género, estilo y forma hacia nuevos ámbitos auditivos.

Difusión y resultado

El proyecto y el trabajo que conlleva la grabación de un disco con tales obras, se realiza como parte de los trabajos colegiados que realiza el Cuerpo Académico “Música” de la BUAP, el cual se integra por el compositor Gonzalo Macías, la guitarrista Nadia Borislova, y el autor de este texto, musicólogo. De tal suerte, se puede decir que es una producción poblana, y que los primeros que verán el nacimiento del disco, en algunas semanas, serán los estudiantes de la Licenciatura en Música de la BUAP. Asimismo, este trabajo será compartido con todos los melómanos, estudiantes de música, profesores, amigos, instrumentistas e investigadores, que deseen escuchar la música que se incluye en el fonograma.

Este texto fue publicado en el diario El Popular, Puebla, Pue., México, el viernes 26 de junio de 2015, en la sección de “Farándula y Cultura”, en la columna semanal “Son, sonata y rock”; Mónica Delgado, editor; Valeria Bautista, diseño editorial.