Enorme semana para Grigor Dimitrov en Acapulco. Con ligeras tonalidades de alto nivel, pero principalmente entregandose en cuerpo y alma en cada punto disputado, el búlgaro pisó fuerte en México y se llevó su segunto título a nivel ATP y el primero en la categoría de 500. En la final Grigor superó al sudafricano Kevin Anderson por 7-6,3-6 y 7-6 en un partido emocionante con una duración de 3 horas exactas. 

El camino de Dimitrov hasta el festejo de esa noche fue intenso. Marinko Matosevic de inicio, luego el ex top-ten Marcos Baghdatis, en cuartos Ernests Gulbis, que llegaba como campeón de Marsella, en semis, nada más y nada menos que al favorito de muchos en Acapulco, Andy Murray y en la final otro jugador que estaba en muy buena racha: Anderson que venía de ser finalista en Delray Beach y también buscaba su primera corona en un ATP 500. 

Fue así, como Grigor Dimitrov gritó campeón por segunda vez en el circuito (súper merecido), luego de lo hecho en Estocolmo 2013, ante David Ferrer. Antes, había tenido su debut en finales ATP  en Brisbane, también el año pasado, y cayendo contra el propio Murray. 

La máxima favorita al título en la categoría femenil, Dominika Cibulkova, superó el sábado pasado en la final a la estadounidense Christina McHale y certificó su condición. 

Cibulkova, finalista del pasado Abierto de Australia, alcanzó el cuarto título en su carrera después de ganar en Moscú 2011, San Diego 2012 y Stanford 2013, mientras que McHale alcanzó su primera final. 

La estadounidense de 21 años, exigió el mejor esfuerzo de Dominika, de 24, y la obligó a resolver el partido en tres sets, después de que los cuatro anteriores partidos los ganara en sets corridos.

En conclusión, fue un semana muy productiva y de excelente nivel tenístico que pudimos ver y sobre todo la respuesta de la gente al cambio de polvo de ladrillo a la cancha dura. También es importante mencionar el ambiente que había en este torneo y el apoyo hacia todos los tenistas y claro esta a los favoritos del público.