La revista Time dedica la portada a Enrique Peña Nieto como el “salvador de México”, desafortunada publicación, creo yo. Más desafortunado ha sido su gobierno el último año, la inseguridad en aumento, su difusión a la baja; el empleo hacia abajo, los impuestos hacia arriba. Siento que vamos en sentido contrario a los problemas, México tiene mucho de qué ser salvado, estoy seguro que el salvador no es el actual presidente. El gobierno no es el mejor, eso lo tenemos muy claro. ¿Los ciudadanos sí somos los mejores?

Por lo regular atacamos al gobierno, “y el gobierno no hace”, “y el gobierno no apoya”, “y el gobierno es ineficiente”, y demás adjetivos que estoy seguro forman parte de su basto vocabulario, ¿lo peor del caso? Todo eso es cierto, si nos dieran un peso por cada error que encontramos en el gobierno, seguro más de la mitad de este país ya seríamos de la clase alta (pero de la clase alta de verdad, no de esa que paga sus Mercedes a 599 meses). Ahora que sabemos, asumimos y discutimos lo malo que es nuestro gobierno, pasemos a un nuevo tema ¿qué tan buenos ciudadanos somos? Empecemos con lo básico, posiblemente algunas preguntas te parezcan tontas, pero te aseguro que como parte de un todo, no lo son tanto:

1. ¿Al votar, analizas las propuestas de tus candidatos o eres de esos que se van por el color?
    
2. ¿Realmente tratas de ser productivo o consideras que con “crear y resolver pendientes” ya hiciste tu trabajo?
    
3. ¿Respetas las señales de tránsito o eres de los que dan vueltas en lugares prohibidos, te estacionas en doble fila “porque vas de rapidito”, cruzas la calle a la mitad y no por las líneas o no utilizas los puentes peatonales “porque están muy altos”?
    
4. ¿Eres de los que critican la ineficiencia del gobierno en el combate al narcotráfico pero fumas marihuana bajo el mediocre pretexto de “es natural, no hace daño”? Recuerda, oferta y demanda van de la mano.
    
5. ¿Eres de los que hablan de corrupción y si te detienen lo arreglas con sobornos porque pues “nadie me ve”?
    

Cinco preguntas que pretendo te hagan reflexionar, queremos gobiernos de primer mundo, y la verdad es que algunas veces actuamos como ciudadanos de cuarto o quinto mundo, pareciera que somos alérgicos al bien hacer y al respeto. Entre más leyes me salte y no me cachen soy “más chingón”. Así créanme que no se puede tener un gobierno diferente, los presidentes municipales, gobernadores, diputados, senadores y hasta el mismo presidente un día fueron simples ciudadanos como tú y como yo, no ignoremos que esos políticos fueron engendrados en nuestra sociedad, no son ni de otro planeta, ni de otro país.

Queremos una generación de mejores políticos, empecemos por trabajar por una nueva generación de buenos ciudadanos.