Suelo caminar por las mañanas. Hace poco mientras recorría los kilómetros que me permiten ordenar las ideas recibí una lección. Como dicen los budistas, cuando el alumno está listo, aparece el maestro.
En la ruta que normalmente transito, de un lado corre la margen de un río y al otro hay campo y sembradíos. Estaba, como decía, en mis cavilaciones, cuando me fijo que había decenas de caracoles tratando de atravesar el paso de los deportistas, del campo en dirección a la riviera del rio. Las consecuencias de esta audacia se veían por todo el camino: Puré de caracol.
Que tragedia, pensé, para los pobres animales. Tanto esfuerzo para lograr llegar al río y terminar espachurrado por un incauto transeúnte. Inmediatamente, por desviación profesional, la mente ingenieril divaga en cómo solucionar esta tragedia ecológica. Estaba en estas cavilaciones cuando una atleta, rubia, de unos 27 años, detiene su carrera a unos pasos delante de mí, se agacha, recoge a uno de los bichitos y lo lleva a salvo a la otra orilla, voltea y me dirige una sonrisa para luego continuar con su carrera. Casi como si la hubiera invocado, como si hubiera alguien escuchando las tonterías que pensaba. Me quedé atónito. La atleta con una acción hizo más que yo con kilómetros de reflexión.
Esta chica me dejó reflexionando. En mi trabajo con emprendedores soy evangelista de la acción. Un gramo de acción vale más que una tonelada de intención.
Emprender es verbo. En voz activa*. Cuando arrancas se trata de hacer. No puedes saber de antemano si un producto o un servicio va a funcionar si no lo pruebas en campo. De hecho todos los proyectos que hemos tenido cambian al contacto con el mercado y estos cambios modifican el modelo de negocio. Por eso, hacer grandes planes de negocio o modelos imaginarios elaborados sobre las rodillas sirven de poco a la hora de la verdad.
Al emprender hay que comenzar haciendo. Los planes son importantes y hay que hacerlos pero hasta que tengas claro el qué vas a hacer y el por qué lo vas a hacer.
No te atasques en los planes. Una vez que arranques una cosa te lleva a la otra. Haz. Arranca Ya!
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Voz activa o voz directa es la conjugación del verbo en la cual el sujeto realiza, ejecuta o controla la acción del verbo
Foto alcoroya 82
Iñaki G. opina: