3 de enero de 2012, me levanto y el ambiente olía a frustración y desesperación. De esas veces que no te quieres mover, de esas veces que no puedes creer que haya pasado tanto tiempo y tan rápido. De pronto todo comienza con un lugar hermoso, verde, viejo pero increíble. 

2012: el año en que me transformé. Sucedieron tantas cosas que volcaron mi vida varias veces. No sólo conocí a una de las peores personas del mundo (según yo y muchos), también conocí personas con las que pude entrelazar mi corazón. Ellos saben quiénes son.

Este año gané más dinero del que había hecho antes pero no lo disfruté. Este año se me ocurrieron 3,093 ideas de negocios y apenas estoy desarrollando 2. Ya lo dice bien mi papá: “si las cosas fueran sencillas cualquiera las haría”. Este renuncié a un lugar que me tenía preso y decidí ser libre. Este año puse mi primer taller de comunicación y se llama Happy. Este año me di cuenta de que la felicidad no se mide en ceros, se mide en el número de sonrisas y el peso de nuevos corazones.

Este año decidí que quiero una familia y que la quiero hacer con la persona que me hizo sentir mis primeras “mariposas”. Hice actos de romance que nunca pensé que fuera a hacer y que además me parecían cursis (por no decir ridículos). Conclusión: el amor te hace hacer cosas increíbles.

Este año conocí a mi segundo sobrino, que además es mi ahijado también, y que todos los días me alegra la vida. Este año me di cuenta de que debo tener cuidado con lo que pides porque es un hecho que llega. Yo pedía disfrutar a mi familia y se me concedió. Este año me convertí en profesor y estoy seguro que aprendí más yo de ellos que ellos de mi. 

Este año conocí a tantas personas y he recibido millones de abrazos, sonrisas, lágrimas y manos que me han ayudado a ser feliz. Este año me reencontré con él, con el único que lo puede todo y que me demostró que ser feliz es muy sencillo, nosotros somos los que complicamos todo. Dios, quien me ha dado tanto y hasta de más.

2012 significó momentos de aprendizaje, de servicio, de ayuda. Ahora sé que hay más personas en este mundo además de mi. Me di cuenta de cuánto hay y de lo poco que lo había valorado. Tengo amigos y familia. Tengo magia entre mis manos, simplemente no sabía cómo hacer el truco. Tengo tantas palabras para decir lo mucho que significa disfrutar el hoy y sólo por hoy. Tengo al noche y el día para hacerlo.

Tengo casi 30 años y este 2012 fue el año que aprendí a ser feliz. Gracias a los cómplices.