1. Tener sólo buenos, placenteros y optimistas pensamientos, hablar solamente de cosas positivas.

2. Amar, querer. Amar y ser amado es una necesidad el ser humano y de algunos animales. El amor nos es tan necesario como el alimento y el agua; si no nos alimentamos se rompe la armonía de nuestro organismo y enfermamos.

3. Trabajar. Debemos tener en que ocupar nuestro tiempo. No hacer nada causa estrés negativo (angustia) y esto también enferma.

4. Descanso. También debemos descansar, tener tiempo para nosotros mismos, para soñar, para meditar, para descansar.

5. Deportes y/o ejercicio físico. El cuerpo que se ejercita frecuentemente retarda el proceso de envejecimiento. El ejercicio hace que el cerebro produzca endorfinas, sustancias que nos producen alegría y vigor, además de todas las ventajas conocidas del ejercicio físico.

6. Tener amigos y frecuentarlos. Tener ratos de esparcimiento, compartir con las personas queridas.

7. Tener metas. Trazarse planes futuros e inmediatos.

8. No odiar ni malquerer a nadie. Si no tenemos amor para alguna persona, animal o planta, estamos rompiendo la cadena de amor del Padre Celestial.

9. No tener remordimientos. Lo que pasó, pasó. No podemos seguir la vida arrastrando lo malo que hicimos el pasado. Debemos aprender de nuestros errores y fracasos, que son experiencias que podemos convertir en positivas.

10. Compartir con nuestra familia. Estrechar los lazos de unión y recordar lo que decía el primer Cardenal venezolano, monseñor Quintero: "Los padres son los espejos en que los hijos se miran".
Tratemos de ser el mejor espejo y el mejor ejemplo.