A lo largo del tiempo la figura del Psicólogo se ha ido integrando con mayor naturalidad. Hoy en día psicología y terapia son términos comunes y útiles que ayudan a muchas personas a resolver problemas puntuales en su vida y a ser más felices. Durante mucho tiempo el Psicólogo se relacionaba con enfermedad mental, pero hoy en día sabemos que el Psicólogo te puede ayudar con problemas cotidianos, del trabajo, de habilidades sociales, problemas de pareja, problemas escolares, problemas con hijos adolescentes y muchas más áreas.

Es importante saber que un Psicólogo Clínico es un profesional especializado. Su trabajo lo desarrolla, cada día, con personas que se encuentran en un momento difícil de su vida o que se enfrentan a un problema que requiere el análisis y la asesoría (y a veces, la compañía, complicidad y apoyo) de un especialista. El Psicólogo cuenta con herramientas metodológicas y con técnicas para realizar una evaluación, establecer un diagnóstico y proponer un tratamiento para abordar los problemas de las personas y para ayudarles a entender los motivos de su malestar. Pero estos especialistas de la mente humana no sólo resultan útiles en situaciones críticas, sino también proporcionan recursos y estrategias para prevenir posibles problemas y que ayudan a sentirse más estables y fuertes a las personas en el día a día.

¿Cuándo acudir a un Psicólogo?

1.- Debemos acudir al Psicólogo cuando detectamos que uno o varios problemas bloquean nuestra vida inundándola de sensaciones desagradables, impidiéndonos gozar de sus aspectos positivos y placenteros.

2.- Sentimos que la tristeza, la apatía y la falta de ilusión empiezan a agobiarnos. Empezamos a pensar que la vida no tiene sentido.

3.- El negro tiñe frecuentemente nuestros pensamientos y hay una incapacidad para encontrar algo positivo en nuestras vidas.

4.- Todo a nuestro alrededor lo percibimos amenazante y nos sentimos solos, incomprendidos o desatendidos.

5.- Comenzamos asumir que todo nos sale mal y que las cosas no van a cambiar.

6.- Tenemos miedos que nos impiden salir a la calle, relacionarnos con otras personas, permanecer en un sitio cerrado, hablar en público, viajar, etc.

7.- Presentamos obsesiones por padecer graves enfermedades o contagiarnos de ellas, lo que nos lleva a  tener conductas extrañas y repetitivas, de las que no podemos prescindir sin que su ausencia nos genere ansiedad.

8.- Nos sentimos "sensibles" y casi cualquier situación hace que perdamos el control y sólo sepamos responder con agresividad o con un llanto inconsolable.

9.- El estrés empieza a mostrarse a través de síntomas psicosomáticos: insomnio, problemas digestivos, cardiovasculares, sexuales......

10.- La ansiedad se presenta día a día y nos impide la estabilidad y serenidad necesarias para mantener un pensamiento positivo, una conducta tranquila y el goce de los pequeños placeres cotidianos.

Mantener la mente clará ayudará a tener esa paz mental que se necesita para seguir día a día, no esperes a que los problemas sean graves para atenderlos, si detectas alguna señal acude con la Psicóloga Clínica - Mtra. Psic.Cindy Alejandra Romano Munive, agenda tu cita.