Abre tus ojos y mira lo real: vivimos inmersos en un gran óceano de energía. Los seres vivos somos como esponjas que absorbemos esta energía que, en la tradición mística de la India la llaman Prana.

Al encontrarse esta energía en todas partes la podemos integrar a nosotros a tráves de cada inhalación, en cada alimento ingerido, con las radiaciones solares, los iones del cosmos y de nuestro planeta:la Tierra. Con el descanso, podemos mantener en niveles óptimos esta energía que nos da vida y, a tráves de la meditación, podemos incluso incrementarla. En el ser humano se le llama energía vital y recuérdalo, está disponible para cada uno de nosotros en todo momento y ¡es gratis!

EL ÉXTASIS INTERIOR ES LA LIBERTAD.

Nuestra evolución como seres humanos, tanto individualmente como en especie, depende ya no de una evolución natural, automática e inconsiente como sucede con los animales. A partir del surgimiento del ser humano inicia la evolución consciente; es decir, depende de qué es lo que hagamos consientemente cada uno de nosotros con nuestra propia energía vital. Así que la cuestión fundamental es: ¿qué hacemos con este Prana? ¿Lo utilizamos para crear aflicciones, angustias y ansiedades? ¿Para seguir moviéndonos en círculos de sufrimiento interminables? O la utilizamos para crear éxtasis cada vez más elevados en nuestras propias vidas. Somos libres para elegir individualmente pero nadie más será responsable de lo que decidamos hacer hacer con nuestra propia energía.

Según el Yoga y el Tantra (ambos surgidos en la India hace miles de años) el 95% de la energía vital en el ser humano se encuentra dormida e inactiva, ya que su vida cotidiana no la requiere. También afirman que hay diferentes puertas, puertas que han llamado CHAKRAS, (centros de energía), a tráves de las cuales el ser moviliza y expresa esta fuerza.

Cuando esta energía vital se expresa a tráves de la puerta más básica, que es la puerta biológica, entonces se convierte en energía sexual. El sexo es el flujo natural y biológico de la energía vital y la forma más básica de utilizarla. Es natural porque la vida no puede existir sin el sexo. Los seres vivos venimos al mundo a través de células sexuales y es támbien, a tráves de ellas, que podemos dar origen a un nuevo ser. Además, podemos disfrutar del gran éxtasis que nos proporciona el sexo. Sin embargo, los seres humanos no debemos convertirlo en la única puerta de expresión de la energía vital; si es así, nuestra vida se convierte en un desperdicio que cae en un círculo absurdo e interminable de crear energía y expulsarla al no saber qué hace con ella o cómo conducirla a éxtasis más elevados, a la plenitud.

No venimos únicamente a este mundo a poblar la Tierra y a disfrutar de los grandes placeres del sexo. Si lo reducimos a esto, entonces el objetivo de la existencia del ser humano, que es desarrollar su consciencia hasta la plenitud, no podrá lograrse. Y a menos que miremos en nuestro interior y elevamos nuestra energía para realizarnos, no llegaremos a ser lo que podemos llegar a ser, es decir, no alcanzaremos la plenitud. Así que disfrutemos  del sexo, pero vayamos más allá. Nos esperan éxtasis aún mayores.

El viaje debe continuar. Abramos otras puertas para expresar esta energía vital. Por ejemplo, cuando lo hacemos a tráves de la puerta emocional se convierte en amor y llegamos a grandes cimas de amor incondicional y compasivo hacia los seres vivos. También podemos expresarla a tráves del intelecto, entonces creamos ciencia o grandes obras de tipo literario. No sólo eso, incluso podemos conducir esta energía para despertar poderes que aún se encuentran dormidos en nuestro interior como la intuición, la telepatía, la clarividencia, etc. Y más allá, también podemos conducir esta fuerza hacia la puerta espiritual, la más elevada, a través de la cual puede salir nuestra energía y hacer realidad nuestro anhelo de fusionarnos con el Todo, con lo Divino; así como cada gota anhela fusionarse y transformarse en el océano. Abre los ojos, porque eso que buscas está en todas partes ¡Descúbrelo! ¡Síguelo! ¡Es una gran aventura! Sólo ten presente el no quedarte atascado en ninguna puerta ¡y vívelas todas en conciencia!

Si los seres humanos vivimos en éxtasis interior, no necesitaremos que alguien nos lo provea. De esta manera podemos vivir una vida plena en todos los sentidos, libres; sin generar apegos, obseciones ni dependencias. Recuerda:obsesión es igual a carencia.

La meditación no es sólo una transformación, una salvación para el individuo, también puede proporcionar la base para que toda la sociedad eleve su conciencia. El hombre tiene dos alternativas, quedarse como está o transformar sus energías.

Emprende ya el viaje del SEXO a la SUPRACONSIENCIA y éxtasis más elevados llegarán a ti.