Las albercas de clubes y parques recreativos al ser abiertas a cierta cantidad de personas se convierten también en un foco de infección para distintas enfermedades.

Las enfermedades transmitidas en aguas recreativas son causadas por gérmenes y sustancias químicas que se encuentran en el agua donde nadamos. Se propagan al tener contacto con agua contaminada, al tragarla o incluso respirarla.

Esto puede darse en albercas, jacuzzis, parques acuáticos, áreas de juegos acuáticos, fuentes interactivas, lagos, ríos o mares. 

El cripto es un parásito que causa infección; se propaga cuando alguien con ese parásito tiene diarrea en la piscina y otros nadadores tragan el agua contaminada.

Las otras dos bacterias que causan enfermedades en las piscinas tienen que ver con el mantenimiento. Una de ellas, la legionella, que causa neumonía severa y síntomas similares a la gripe, es más probable que enferme a las personas mayores de 50 años o a quienes tienen un sistema inmunológico débil.

La bacteria pseudomonas causa irritación en la piel conocida como sarpullido de jacuzzi y también otitis externa, se prolifera en áreas viscosas de una piscina o parque acuático. 

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