Las enfermedades periodontales son patologías de etiología infeccioso-inflamatoria que afectan a los tejidos que rodean y dan soporte a los dientes.  Suele empezar por un proceso de gingivitis la cual se caracteriza por sangrado de las encías que al no tratarse correctamente provoca un estadio más avanzado de la infección llamada periodontitis(Fig.1), en la que las encías y el hueso se pueden llegar a dañar seriamente llegando a provocar la pérdida de piezas dentales.. Su prevalencia en la población es muy elevada, con cifras de hasta el 85% para la gingivitis y del 35% en el caso de la periodontitis.

   Dentro de los factores que contribuyen a la aparición de la enfermedad periodontal además de una higiene deficiente y una dieta alta en carbohidratos está el estrés, el cuál tiene un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad ya que aumenta los niveles de la hormona cortisol  provocando Xerostomía  , comúnmente conocida como boca seca y al no tener la protección natural de la saliva la enfermedad periodontal avanza a pasos más acelerados , además las personas son influenciadas por hábitos poco saludables o como el tabaquismo y alcoholismo.

El tabaco por su parte debilita la repuesta del sistema inmunológico con una disminución en la producción de anticuerpos favoreciendo a los microorganismos periodontopatogenos, así mismo el alcohol (Fig. 2),   altera la respuesta del sistema inmunológico contribuyendo a la disminución del flujo salival proporcionando un ambiente adecuado para la proliferación de microorganismos.

  Las personas que padecen enfermedad periodontal tienen mayor riesgo de aparición y/o progresión de ciertas condiciones sistémicas tales como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, ciertas enfermedades respiratorias y renales, artritis reumatoide, obesidad y síndrome metabólico,  así como alteraciones del embarazo como el nacimiento de prematuros o recién nacidos de bajo peso(Fig.3) ,

pero ¿cómo es que una enfermedad de los tejidos que sostienen a los dientes puede afectar en otros aparatos y sistemas? .La respuesta es que existen 3 principales mecanismos por los cuales es posible que éstas bacterias tengan relación con el organismo y ataquen a distancia , el primero son las bacteremias(Fig.4),

término que se refiere al paso directo de bacterias de la cavidad oral al torrente sanguíneo, las cuales se pueden presentar al realizar procedimientos de rutina como lo es el cepillarnos los dientes o bien procedimientos terapéuticos con el  odontólogo como un raspado y alisado radicular , el ejemplo más característico de afectación por una bacteremia de origen bucal es la endocarditis infecciosa la cual puede asentarse en cualquiera de las válvulas del corazón. El segundo mecanismo es la inflamación sistémica, la cual se caracteriza por niveles elevados de marcadores de la inflamación en la sangre, principalmente de la proteína plasmática C reactiva. La inflamación sistémica se presenta principalmente en enfermedades crónicas generalizadas como la obesidad y la diabetes mellitus , sin embargo también se presenta en  la enfermedad periodontal crónica a pesar de ser un padecimiento infeccioso-inflamatorio localizado , un ejemplo de afectación por medio de este mecanismo es la artritis reumatoide. El último mecanismo se relaciona con el aumento de Leucocitos polimorfo nucleares en la sangre (neutrófilos), los cuales se encuentran en un estado de hiperactividad en pacientes con enfermedad periodontal, esto aumenta la liberación de radicales libres, la cual a su vez aumenta el stress oxidativo y de manera progresiva se producen daños en las paredes de los vasos sanguíneos.

  Existen diversos estudios en distintas partes del mundo que afirman la relación de la enfermedad periodontal con las enfermedades mencionadas anteriormente , por lo que existe esta relación directa de salud general y salud bucal , no podemos separarlas, ya  que , sin una boca sana no podremos gozar de una salud integral .   Es importante crear consciencia en la población de cuidar la salud bucal mediante acciones preventivas como una correcta técnica de cepillado y uso de hilo dental(Fig.5) , así como acudir a revisiones periódicas al menos cada 6 meses con el Odontólogo para llevar un adecuado control de placa dentobacteriana y así mantener un estado de salud bucal óptimo.