Si tienes una empresa o emprendimiento, necesitas implementar una brand culture; así obtendrás un diferenciador único y poderoso. En la actualidad, las industrias son cada vez más competitivas, por lo que generar una cultura de marca compartida, llevará a la organización hacia su mejor versión. Pero primero lo primero, revisemos qué es una brand culture.

Toda compañía tiene lenguajes, es decir, códigos compartidos que conforman su esencia y abarcan desde sus valores, políticas, historia, hasta los procesos, BHAG y otros más. Al final del día, todo se trata de lo que representas; por eso, en mercados con pocos diferenciadores, la marca es lo más relevante.

Es ahí donde radica la importancia de centrarse en la marca y que todos te noten, desde tus colaboradores hasta tus clientes y prospectos, ya que esta permea de adentro hacia afuera, siendo un reflejo de quienes trabajan en ella y de todo aquello que les une. Se deben enfocar los esfuerzos para que no se presente de manera artificiosa o forzada, como “de dientes para afuera”.

La falta de consistencia es un reto por asumir porque, si lo que se predica no concuerda con los ideales y el actuar del equipo, puede ser peligroso. Una brand culture bien aplicada lleva a un negocio hacia una dirección más prometedora.

Para hacerlo realidad, hace falta que cada uno de los talentos involucrados comprenda y se enamore de la personalidad de la marca. Por ello, las empresas deben promover que todo lo que se comunica sea relevante de forma vivencial para ellos; para eso existe el InsideOut Branding, algo en lo que Birth Group somos expertos.

El Insideout Branding consiste en que el branding sea tarea de todos, ocurriendo de forma integral en cada aspecto de la organización. Requiere una estrategia y trabajo diario que logre que los mejores embajadores de tu marca sean tus mismos colaboradores.

Esto se consigue a través de ciertas acciones. Lo primero es trazar un plan a futuro, en otras palabras, una cultura con visión que se apoye en la trayectoria recorrida. Después, identificar aquello que te hace diferente y convertirlo en nuevas formas de relacionarse: que se vuelva dinámico, evidente y vivo. Asimismo, que se materialice en una comunicación honesta, directa, fluida y de confianza. De esta forma, atraerás, mantendrás y fomentarás que todo el equipo vaya hacia los mismos objetivos. Se trata de que compartan un propósito y tiren de la cuerda juntos para alcanzarlo con fuerza y, sobre todo, con gusto.

Entonces, responder qué es una brand culture se hace más sencillo: es una cultura participativa en la que no cabe el egoísmo y en la que están implicados todos los departamentos, desde RRHH y Marketing, hasta el área contable y los servicios generales. La siguiente pregunta es, ¿estás preparado para construirla?

Escrito por Equipo editorial

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