El pie plano, o la ausencia del arco normal en el pie, puede causar una serie de problemas y molestias si no se trata a tiempo, especialmente en casos donde provoca dolor o afecta la alineación corporal. Las principales consecuencias de no tratar el pie plano incluyen:

• Dolor crónico en los pies: La falta de un arco en el pie puede generar dolor en la planta del pie, los tobillos, el talón y el empeine. Esto se debe al esfuerzo extra que deben hacer los músculos y ligamentos para soportar el peso corporal sin la ayuda del arco natural.
• Desgaste en las articulaciones: Sin el soporte adecuado, el peso del cuerpo no se distribuye correctamente al caminar o estar de pie, lo que puede llevar a un desgaste prematuro de las articulaciones de tobillos, rodillas, caderas y columna. Esto, a su vez, puede desencadenar problemas como artrosis en el largo plazo.
• Problemas de postura y alineación corporal: El pie plano puede alterar la alineación natural del cuerpo, generando una mala postura. Esto puede traducirse en dolor y molestias en las rodillas, caderas y zona lumbar, ya que estas áreas soportan una mayor tensión.
• Mayor riesgo de lesiones: Las personas con pie plano suelen tener mayor riesgo de lesiones al realizar actividades físicas. Esto incluye esguinces de tobillo, fascitis plantar (inflamación de la fascia plantar en la planta del pie), tendinitis y dolores musculares.
• Rendimiento físico limitado: El pie plano puede limitar el rendimiento deportivo y afectar la capacidad para actividades físicas que implican correr, saltar o estar de pie durante períodos prolongados, ya que el pie carece de un arco que funcione como amortiguador natural.

El tratamiento del pie plano varía según la severidad e incluye ejercicios de fortalecimiento, el uso de plantillas ortopédicas y, en algunos casos graves, intervenciones quirúrgicas. Un diagnóstico y tratamiento temprano por parte de un profesional pueden ayudar a prevenir estas complicaciones, mejorando la calidad de vida y reduciendo el riesgo de problemas futuros.

Dr. Abel Ortíz Domínguez, Ortopedista, traumatólogo y ortopedista pediátrico.Tratamiento de malformación congénita de huesos, músculos y articulaciones, fracturas, esguinces y luxación.

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