Kevin Kline capitanea el reparto de "Trade", una película de esas de lágrima fácil que siempre triunfan por que tocan la parte más humana de la sociedad. Son cintas manipuladoras, pero eficientes, que no inventan el género pero tampoco lo dañan, y si bien caen en el tópico con un 99% de posibilidades d ... más» Kevin Kline capitanea el reparto de "Trade", una película de esas de lágrima fácil que siempre triunfan por que tocan la parte más humana de la sociedad. Son cintas manipuladoras, pero eficientes, que no inventan el género pero tampoco lo dañan, y si bien caen en el tópico con un 99% de posibilidades de que haya un final feliz, lo más importante suele ser el camino para llegar a ello. Más que el "cómo acabará", el "cómo nos mantendrán enganchados sin caer en el tedio". Que vaya por delante que Trade no es aburrida, nada. La interpretación de César Ramos es genial e inverosímil, pero genial. Le da el típico punto cómico en momentos concretos pese a estar pasándolo fatal a causa del elemento que desencadena la historia. Y pese a todo, es simpático no por su problema, no nos solidarizamos con él porque esté jodido, sino porque es buen tipo. Ahí va bien la cosa. Kevin Kline, pues hace de Kline. Más calmado que de costumbre, sin poner tantas muecas, y arrastrando una personalidad cuidada, con matices -aunque no demasiados- y realizando una búsqueda, de nuevo, inverosímil. Todo en Trade es, de hecho, inverosímil. Al menos la forma en que se ejecuta todo. Me creo que haya casos así de secuestros de niños para venderlos a pederastas para prostituirse, eso existe, es un hecho. Pero Trade lo aborda todo desde una perspectiva muy manipuladora, buscando la lágrima y no la reflexión, el entretenimiento y no el usar el coco. Y si bien no es malo, su ambición juega en contra. Si no fuese por el final que tiene, le daría algún punto más. Pero es tan, tan malo que se carga ligeramente una película no demasiado buena, pero sí entretenida. Puede verse, pero se olvida pronto (Autor: Caith Sith, Filmaffinity).  menos«