En la Cuba de finales de los años cuarenta, Chico y Rita viven una apasionada historia de amor.
Chico es un joven pianista enamorado del jazz, y Rita sueña con ser una gran cantante. Desde que se
conocieron en un baile en un club de La Habana, el destino va uniéndolos y separándolos, como a los
personajes de un bolero.
Opinión
Muchos dirán que lo importante en una película de animación son los dibujos, y no les faltará parte
de razón. Otros dirán que lo esencial en un musical son las canciones, y tampoco les faltará
fundamento. Pero, ¿y la historia? Las películas de Pixar, compañía revolucionaria del dibujo animado
en lo ...
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Muchos dirán que lo importante en una película de animación son los dibujos, y no les faltará parte
de razón. Otros dirán que lo esencial en un musical son las canciones, y tampoco les faltará
fundamento. Pero, ¿y la historia? Las películas de Pixar, compañía revolucionaria del dibujo animado
en los últimos 20 años, han conseguido hasta siete candidaturas al Oscar al mejor guión. ¿Alguien
duda de que parte del secreto del éxito de Pixar reside no solo en la perfección técnica, sino en el
mimo y el genio con los que están compuestos sus libretos? Chico y Rita, debut en el cine de
animación del realizador Fernando Trueba y del dibujante y diseñador Javier Mariscal, es un musical
de animación, figura genérica absolutamente novedosa en España. Bienvenido sea el acontecimiento.
Pero dibujo y música deben confluir en una historia original, en una estructura dramática coherente,
en unos protagonistas atractivos, en unos diálogos brillantes. Y Chico y Rita no acaba de tenerlos.
Porque, siendo la historia un homenaje al Hollywood clásico, de Casablanca al cine negro, el
protagonista es un apocado sin sustancia manejado en todo momento por los acontecimientos, por las
mujeres (por las que le quieren y por las que no lo quieren tanto), un tipo capaz de salir corriendo
por miedo a la responsabilidad en su primer concierto, incapaz de decir nada interesante en hora y
media de metraje, incapaz de producir empatía para que la platea anhele el éxito de su historia de
amor. Porque la historia, pergeñada por el propio Trueba y el novelista Ignacio Martínez de Pisón,
está llena de lugares comunes alrededor del amor, pero en la que este no llega a palparse. Porque
los dibujos animados no tienen por qué estar protagonizados por seres de cartón-piedra. Porque a
pesar de tratarse de una arrebatada historia cercana al melodrama, esta nunca emociona, como un
temazo sin letra. Porque el engranaje principal, la relación entre Chico y Rita, tiene algunas
incomprensibles salidas de tono, lejos de la digresión enriquecedora y cerca del lujoso pegote
narrativo.
Lo bueno es que, a pesar de todo lo anterior, aún hay lugar para el rescate, y quizá buena parte de
los espectadores lo encuentren. Quedan las músicas de Bebo Valdés, Dizzy Gillespie, Chano Pozo,
Estrella Morente, Tito Puente, Thelonius Monk, Budd Powell, Nat King Cole... Quedan los diseños de
Mariscal, la bonita mezcla de animación en dos y tres dimensiones, el inconfundible estilo de las
películas animadas que han sido rodadas anteriormente por intérpretes de carne y hueso para
facilitar la captura del movimiento (de Vals con Bashir a Waking life), además de la exigencia con
la que se ha recreado cada esquina de La Habana de los años cuarenta y cincuenta, y una espectacular
persecución en coche. ¿Suficiente? No. Aunque quizá para usted sí. (POR: Javier Ocaña, El País) menos«
Premios y detalles:
2011: Oscar: Nominada a Mejor Largometraje de Animación.
2011: Premio José María Forqué: Mejor largometraje documental o de animación.
2010: Premios Goya: Mejor película de animación.
Título original
Chico y Rita
Género
Animación, Musical
Próximo estreno: 30 de
Director
Fernando Trueba, Javier Mariscal, Tono Errando
Próximo estreno: 30 de
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