Y así como dice el título, yo puedo salir de mi oficina, pasar por la acera y levantar todo tipo de publicidad en forma de flyers, folletos, trípticos y demás, como si un carnaval hubiera pasado justo por ese lugar aventando al aire todo ese material.

Mi pregunta general a todo esto, dejando un poco atrás la contaminación es; ¿De qué carambas sirve “invertir” en imprimir mil dípticos si terminan siempre en la basura o en las calles? ¿A quiénes impactaron? ¡Tu marca está siendo pisoteada!, estás programando a la gente a tirarte a la basura como opción con el simple hecho de que estén deshaciéndose en la primera oportunidad de tu bendito flyer.

Las imprentas cobran por un trabajo promedio aproximadamente $350 pesos por 1000 flyers. Suponiendo que ¾ de este dinero es desechado por la gente, hablamos de$250 pesos tirados en la calle contaminando y no produciendo ganancias para el negocio.

Hablando de publicidad impresa, los anteriormente mencionados son los de peor resultado, pero lo que tienen mayor demanda entre las PyMES de México. Tenemos revistas, desplegados, periódicos, etc. Todos ellos con mejores resultados pero un poco más ignorados.

Esta gente no sabe que invirtiendo esos $350 pesos mensuales podrían armar una campaña muy básica en Facebook, la cual generaría mayor impacto y con $500 pesos mensuales pueden invertir en otros medios digitales de gran impacto.

En mi primer blog Promofobia: El Miedo a la Publicidad, hablé de la gente con miedo a invertir. El problema también está en los que SÍ invierten, porque lo hacen sin pensarlo correctamente. Necesitamos una cultura en publicidad que ayude a impulsar realmente a los negocios y a contaminar menos.

Sí, tu publicidad contamina y además no te retribuye como tu quisieras.