Todavía sin definirse el futuro del teleférico, proyecto que podría llegar hasta Plaza Dorada y tener en su polémica torre ubicada en el Barrio del Artista sólo una parada, el periódico Reforma exhibió la intención del gobierno del estado de comprar la rueda de la fortuna transportable más grande del mundo, cuyo costo ascendería -por lo menos- a 175 millones de pesos.

Un día después de su segundo informe, Rafael Moreno Valle permaneció bajo los reflectores nacionales no sólo por la fuerza mostrada con la visita de más de 20 gobernadores y del jefe de gobierno del Distrito Federal a Puebla, sino por la posibilidad de que en la capital poblana se coloque una noria construida por la empresa alemana Maurer German Wheels.

La venta de la #Megarrueda de 80 metros de altura y 750 toneladas, que navegaría rumbo a México a finales de enero, estaba programada originalmente para la fecha en que estuviera terminada, sin embargo -señala la nota de Reforma- “el cliente mexicano llegó antes y se la adueñó en noviembre de 2012”. En dicho mes, Moreno Valle se reunió en Alemania con directivos del grupo Audi, con quienes analizó detalles de la construcción de la planta automotriz en San José Chiapa.

De ser viable y legal su instalación en el Paseo Bravo, zona incluida en el polígono de monumentos históricos de una ciudad catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, un atractivo turístico como este podría incentivar el turismo y la dinámica económica en la capital. El problema es que la rueda de la fortuna de 54 góndolas con capacidad cada una para ocho personas -salvo las cuatro VIP que tienen capacidad para seis personas y cuentan con asientos de piel y piso de cristal- sea adquirida con recursos públicos.

Junto a la preocupación sobre el eventual daño que la #Megarrueda podría representar en términos del patrimonio histórico que hemos heredado, no podemos perder de vista que el estado tiene necesidades profundas en el rubro social. Para muestra los 14 municipios poblanos que fueron incorporados a la Cruzada Nacional contra el Hambre en su primera etapa, entre ellos la propia ciudad de Puebla con más de 700 mil personas en situación de pobreza.

En este contexto, ¿es prioritario comprar la rueda de la fortuna transportable más grande del mundo? Más aún, ¿es responsable una operación de esta naturaleza cuando existen altos niveles de marginación y pobreza en el estado?

Twitter: @rialonso