El otro día en una ocasión muy especial caminando por Angelopolis viendo que había de nuevo en la plaza, me percate que en una juguetería había llegado un producto bastante colorido y que parecía bastante peculiar… se trataba de los neonatos de la marca Distroller.

Haciendo un paréntesis, probablemente no reconozcan por el nombre de lo que hablo, pero esta compañía con una misión y visión particular, son los creadores del producto “virgencita plis”, de origen totalmente mexicano, que se caracterizan por usar muchísimos colores en esquemas alternativos, dando una versión alternativa de lo que es la Virgen de Guadalupe. Actualmente la marca se considera popular y agradable por sus valores y su peculiar manera en que los expresa.

Regresando al tema, me llamo la atención el contraste de colores en la sección de Distroller, y que su nuevo producto eran los neonatos; peluches simulando a un bebe que llego a la tierra y que debemos de cuidar de la manera más “cool” posible sin importar su color de piel. Este de un tamaño promedio de un peluche a un costo más alto, y que cuenta con una infinidad de accesorios como es pañaleras, jeringas en caso de que se enferme, transportadora… Todo lo indispensable que un infante necesita en realidad, solo que con tonos increíblemente llamativos a la vista.

Su servidor se puso a indagar sobre la publicidad y el cómo y porque el producto es tan exitoso, y me quede confundido al ver tal vez una de las ideologías corporativas más bizarras que he visto para un producto para niños. Efectos especiales, canciones que nos hablan sobre no discriminar, secuestros de muñecos aleatorios… todo esto con niñas que no pierden el glamour y lo popular, la marca simplemente no se toma en serio a si misma e incluso dice y cito “Distrolller es una marca que se hizo para divertirse, no para educar”

Esta marca tiene el efecto “mi pequeño pony”; el cual se trata de que un producto, idea, y valores que deben de aplicarse para un cierto grupo o blanco social (en este caso, jovencitas y niñas que estarán a punto de entrar a la adolescencia), pero que por algún factor se vuelve más fuerte entre mujeres de edad adulta y gente de valores religiosos, dando su respaldo incondicional a la marca y todo lo que implique. Los neonatos son presentados como el cuidar de manera simple a un bebe, preparando a toda señorita a lo que es el propósito biológico de ser madre, de una manera pintoresca y nada tradicional. Incluso su perspectiva es muy diferente a lo que son juguetes de diferentes marcas, que llevan lo tradicional a veces un poco de lado.

Se puede destacar muchísimo que le da una nueva cara al tener un bebe y simular lo que será el futuro, en lo que la marca menciona como “una infancia en el mundo moderno cada vez más corta”, y que da pauta a muchísimas ideas, sin tantos prejuicios en una ideología parcialmente religiosa. Lo malo, yéndonos a probables casos extremos, es que hace el tener a un hijo algo “común y corriente”, sin preocuparnos de las necesidades del niño, o haciendo ver que una influenza es algo de lo que no hay que preocuparnos. Otro factor es que no muestra los demás lados de la lógica con los neonatos y que no se toma con seriedad, que probablemente esto también sea una causa de su triunfo con los adultos mayores, pero que viéndolo en ojos de niña o niño, es importante fundar cimientos racionales en una menta que con cualquier tropiezo ligero puede definir muchísimas cosas.

Admiro que una marca mexicana tenga una idea totalmente original, con firmas personales en sus productos, y que llego en un gran momento en el que algo así se necesitaba en la juventud y en el mercado. Hay que estar pendientes de lo que se anuncia y se vende a los más pequeños, porque pese a lo moderno, aleatorio, y precoz que sea alguien, siempre existirán fundamentos y planos psicológicos de lo que deja un bonito recuerdo y legado, forjando una personalidad y gusto que durara toda una vida. Y si los corporativos de la marca Distroller se dan el tiempo de leer este blog, les sugiero que bajen un poco el precio de los muñecos neonatos… entiendo que tienen una reputación favorable, pero cuando los padres de familia ponen hoy en día en la balanza electrónicos, o juguetes de otra marca o índole con los neonatos, tristemente gana la tecnología sobre los valores.

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