El otro día pude ver después de muchos percances y “peros” un film surcoreano acerca del amor a la familia y que sin importar como se pongan las cosas, siempre estarán en esos momentos duros y más que nada un análisis sobre la juventud y niñez rebelde que debe de valorar no solamente a la gente mayor, sino a sus parientes.

Hay que mencionar antes que nada, que el film proveniente de Corea del sur de 2002 se considera el segundo más importante a nivel mundial y que revoluciono con su simple pero emotiva historia, en un tiempo donde el país estaba pasando por una crisis cinematográfica, donde se hacían grandes producciones con presupuestos increíbles, que no acababan de sorprender con sus efectos especiales a un nivel “Hollywoodense”, y en trama dejaban muchísimo que desear. En otras palabras, esta película marco un antes y un después gracias a su directora y escritora Lee Jeong-hyang.

La trama comienza con Sang woo, un niño de siete años acostumbrado a pedir un estilo de vida conforme a los gustos de la ciudad a recibir todo a la primera queja. Su madre, por cuestiones económicas y laborales debe de dejar a cargo a su hijo con su abuela muda de 75 años que vive en el campo de una manera increíblemente humilde. Sang enloquece al ver que nada de lo que está acostumbrado aparece y decide hacerle la vida imposible a su abuela, la cual solo le quiere demostrar su cariño y pese a no tener mucho, ella hace lo imposible para que Sang este feliz, incluso si es a su propio costo. El niño deberá aprender que el amor va más allá de pedir algo a cambio de la felicidad de un ser querido…

Algo que me pareció interesante de la película es que mantiene diversos ritmos, si uno va con la expectativa de reír y ponerse en una situación similar a la del muchacho es totalmente valido. Por otro lado si uno quiere ver la agonía y drama entre la interacción de familiares que nunca se habían conocido más sin embargo dependen uno del otro para coexistir, también aplica; lo grandioso es que al final los momentos emotivos y el mensaje son lo mismo para cualquier mentalidad abordada en el film. Sinceramente me gusto como se llevan las emociones y dramas del país asiático, poniendo a la par a la película con grandes títulos que nos harán reflexionar sobre la vida y nuestras acciones en esta aventura.

Un dato curioso es que la abuela (Kim Eul-Boon) nunca había actuado, de hecho, la encontraron en la misma aldea que se rodó la película junto con una pequeña comunidad de ancianos que recibieron a el equipo de grabación de una manera maravillosa, por sorprenderse que la juventud llegara a su aldea. Por si fuera poco, la gente reporta que ella tiene una “memoria fotográfica” y que hacia amenas las filmaciones, donde el clima es hostil y por cuestiones climatológicas se vio retrasado muchas veces.

No pueden perderse esta gran película y agregarla a su colección, demostrando que Asia (en general) tiene buenas ideas y las ejecuta de una manera espectacular dejando boca abiertos a críticos y público, y porque no, llevarse un enternecedor mensaje al corazón para chicos y grandes.

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