Es hora de poner a prueba tu corazón. Una ciudad ajena a la alegría, podría tener su éxtasis en 27 o más outs. Este, es el momento por el cual, todas las acciones tienen una conclusión.

La temporada, llegó a su fin, y con un ello un sinfín de historias por contar. Cada butaca en el Hermanos Serdán, contienen las emociones que han marcado el camino hacia un virtual título. Pase lo que pase este lunes, será el último juego de la temporada, la cual queda marcada ya, en la historia de Puebla.

Bien dicen que cosas increíbles, suceden cuando te entregas a un ideal. Para ello, la afición emplumada ha depositado nuevamente todas sus esperanzas en este equipo. Atrás quedaron las recientes finales de 2010, y 2014, para dar paso a la vibrante Serie del Rey del 2016.

Trascender dependerá de superar nuestros miedos. Retemos a la vida misma, sintamos esa adrenalina, y contémosle al mudo, lo valientes que somos, esto, es más que solo un deporte, es tocar todas las fibras sensibles de un Estado, y unirlo.

Esta noche, podría ser el cuento más romántico jamás contado. Pericos de Puebla, tu primer amor.

Este título podría ser la culminación del esfuerzo de un equipo, que sacrifica más de siete meses de su vida, y los dedica plenamente al béisbol. Para nada es fácil, vivir en aeropuertos, centrales de autobuses, y estar de paso en hoteles, ya que muchas veces, ellos van solos, y la familia, se queda en casa, a la esperar de esos pequeños momentos para disfrutar de sus héroes.

Siempre lo hemos dicho, el deporte es más que eso, es un movimiento social, que impacta y une, a todas las clases. Mis aplausos y reconocimientos, a esa gente que acude, vive y sigue cada juego de sus amados Pericos, porque sin duda, “esta es la razón, por la que hacemos las cosas”.

Estamos a punto de conocer en la Angelópolis, una nueva historia.

Manolo Rodríguez