Los Potros de Hierro del Atlante dejaron, deportivamente hablando, de ser un equipo de Primera División.

Personalmente, pensar en los Potros de Hierro del Atlante es remontarse previo a la Copa del Mundo de Estados Unidos de 1994, es decir como por 1992, cuando un equipo de mucha garra, con jugadores como Miguel Herrera, el Potro Gutiérrez, el mismo Profe Cruz, Roberto Andrade, Guillermo Cantú, Luis Miguel Fallador, digo Salvador, y por supuesto ese regordete goleador que fue Daniel Guzmán, y cómo olvidar al bigotón Ricardo La Volpe, fueron campeones, derrotando al Monterrey que había eliminado al América en la semifinal.

Por esas fechas tenía como 9 años, y la verdad fue un punto de efervescencia en el que dormía, desayunada, comía y cenaba futbol, esos fueron mis primeras impresiones de ese aguerrido Potro, que desafortunadamente hoy no queda nada, y no lo digo por esta temporada, sino por todo lo que dejaron perder, destacando su identidad de equipo de barrio del Defectuoso para convertirse en un atractivo más del siete caribeño, en donde, no está por demás decir, ganaron el título en 2007, y tras tocar el cielo se fueron derechito al ascenso.

Bueno, al menos es lo que se piensa, por lo mientras, la dirigencia del Potro, ya mueve todas sus fichas, y como pataditas de ahogado, busca a toda costa evitar perder la categoría, que perdió en la cancha. En primer lugar, se tiene el alegato por la compra del Atlas, hecho que fue a dar hasta el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo).

El segundo alegato son los problemas que envuelven al Querétaro, concretamente a Amado Yañez, quien como dueño incurrió en un acto delictivo, hecho que según el artículo 66 de la Femexfut se castiga con la desafiliación del club, y en ese son la última opción es comprar, en donde también aparece la misma plaza del Querétaro, e incluso suena por ahí hasta Jaguares.

Personalmente, creo que lo mejor que le podría pasar al Potro es aceptar su descenso, realizar las cosas de una mejor manera en la División de Ascenso, pero sobre todo recuperar su identidad, con el fin de hacer un club fuerte, con planes, bien establecidos a largo plazo, que regrese a trotar parejo en un par de años, en los campos de la Primera División.

¿Quién pierde más?

El Real Madrid y el Barcelona se volverán a ver las caras en la final de la Copa del Rey, aunque desgraciadamente con ausencias muy importantes como lo son Piqué y Víctor Valdés, en tanto que por los merengues no estarán ni Marcelo, ni Cristiano Ronaldo.