"La corrupción lleva infinitos disfraces" Frank Herbert.

Pareciera mentira, que en pleno Siglo XXI, cuando se han emprendido batallas constantes por instaurar en nuestro país una cultura democrática y de transparencia, traduciéndose dicha lucha en enormes esfuerzos en el combate a la corrupción en las instituciones del Estado mexicano, en los poderes del mismo, para así fortalecerlos y alcanzar los fines anhelados; y siendo sabedores de que el principal problema que impide el establecimiento de estos dos tipos de culturas, se llama corrupción, los principales personajes encargados de formalizar, dar un marco jurídico y hacer valer dicho marco para fortalecer este combate, son los primeros en auspiciar y maquinar conductas corruptas al interior de los poderes de la Unión. Así como vemos escándalos de legisladores, los vemos de juzgadores de los niveles local, federal y de integrantes de la administración pública en sus tres niveles.

Me quisiera referir a propósito de lo anterior, al escándalo mediático desatado en días recientes, por una grabación obtenida de manera ilegal, misma que fue filtrada a los distintos medios de comunicación en sus diversas formas, los cuales la han hecho pública, sobre un conflicto de intereses y corrupción de la actual diputada federal por el Distrito Federal e impulsada por el PRD, Purificación Carpinteyro.

La diputada no es una neófita en los escándalos. En años pasados, en especifico durante el sexenio calderonista, estuvo involucrada en un escándalo que incluso no sólo fue mediático sino que trascendió a la esfera jurídica, en razón de que existió una denuncia penal en su contra por la obtención y filtración que a su vez implicaba la revelación de un secreto, de una grabación en la que el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes federal, Luis Téllez Kuenzler, comentaba que el ex presidente Salinas de Gortari había sustraído dinero de una partida secreta para utilizarlo en fines no compatibles con el interés común, sino personal; el desenlace de esta historia, concluyó en que Carpinteyro fue juzgada y exonerada porque las pruebas aportadas no demostraban su probable responsabilidad en el acto delictivo denunciado.

No me gustaría tratar cuestiones técnicas sobre los negocios que se proponen en el acto de corrupción que se tratará en las líneas siguientes, en razón de que no es eso lo que se cuestiona, sino lo que circunda al acto de corrupción, así como el propio acto.

Ahora, ella ha sido víctima de actos similares a los que se le achacaron hace algunos años; sí, se ha revelado en la grabación referida en el párrafo segundo de esta entrega, que la diputada quería realizar negocios, abusando de su condición de legisladora, la cual le permite tener información privilegiada y que trata sobre la legislación de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, además de que dicho negocio versa sobre un bien propiedad de la nación, me refiero al espectro radio eléctrico, inclinando la balanza de un lado del tablero, situación que a todas luces resulta un acto de corrupción.

Una vez sabedora de su mal actuar, trató de justificarse en diversas entrevistas que le fueron realizadas y con el fin de parar la avalancha que se le estaba viniendo, decidió excusarse de la discusión de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones; la razón, es que existe un conflicto de intereses evidente ya que la diputada, antes de trabajar en la administración pública y de ser electa legisladora, trabajó en el sector privado en el ramo de las telecomunicaciones, siendo una alta e importante directiva de empresas como Grupo Iusacell, Embratel, Bell Atlantic y WorldCom.

Cabe destacar que al tomar protesta como legisladora, fue nombrada Secretaria de la Comisión de Telecomunicaciones en la Cámara de Diputados; situación que considero fue inoportuna y abusiva de su parte, en ese momento debió haberse excusado para formar parte de dicha comisión, en virtud de que existía un visible conflicto de intereses; no ahora que ya ha transcurrido mas de la mitad del tiempo que le corresponde estar legislando como diputada federal.

Sí quiere actuar con sensatez, la diputada deberá pedir licencia a su cargo, no solamente excusarse de legislar en temas específicos, ya que se le eligió para que representara a un sector de la población en todo, no sólo en unos temas; y con estas actitudes demuestra que no representa a sus electores, sino a sus propios intereses y los de sus amigos.

Además, no podemos olvidar que si se le quiere procesar penalmente por dichos actos, debe dejar de gozar del fuero, situación que puede suceder si se le somete a juicio político. Por lo mientras ya fue juzgada mediática y socialmente.

Es una lastima, porque es de los pocos legisladores que conoce profundamente el tema de las telecomunicaciones.

Twitter: @FranciscOchoa.

Amables lectores, para conocer algunos de los tecnicismos sobre los que versa el negocio, así como el propio negocio que se cuestionó en la presente entrega, les dejo un link que pudiera ayudarles.

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Nota: La imágen mostrada en la presente entrega, fue obtenida de la página web de la revista Proceso. 

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