Los retrasos en la devolución de los saldos a favor del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que aquejan a contribuyentes del sector agroindustrial o exportador, puede generar una falta de competitividad para las empresas.

El impacto se generaría pese a que en junio pasado, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció el diseño de estrategias para acelerar las devoluciones del IVA a las personas físicas y morales con saldo a favor, principalmente del sector primario, la industria exportadora y de las inversiones.

Es un contrasentido tener programas de fomento a las exportaciones para buscar mayor competitividad y este tipo de trabas se traduce en términos de menor competitividad. Actualmente parece que el tema es que no se devuelve nada hasta que no se demuestre que no hay riesgos.

Este problema recae sobre las exportaciones manufactureras, ya que usualmente tienen un enorme retraso en los reembolsos, pero que deben competir a nivel internacional.

De acuerdo con el administrador general de auditoría fiscal del SAT, José Genaro Luna, si bien el reclamo de algunos contribuyentes es legítimo, la autoridad debe verificar que esos saldos a favor son procedentes conforme a las disposiciones fiscales.

“Es un tema de legalidad. Si el contribuyente entrega su documentación completa y se logra acreditar este saldo a favor la autoridad por supuesto que procede a devolver. Si no entrega la documentación completa el mismo Código Fiscal nos faculta para desistir el trámite. El contribuyente no pierde el derecho a la devolución, simplemente no integra debidamente su documentación, presenta el trámite y nosotros estamos en posibilidad a revisar la procedencia de ese saldo”.

El funcionario agregó que en 2014 se devolvieron 238,996 millones de pesos (mdp) en saldos a favor por IVA a 26,631 contribuyentes.

Las inversiones de capital también están en desventaja, ya que las empresas que realizan grandes inversiones por lo general se encuentran en una posición acreedora neta del pago del IVA cuando adquieren bienes de capital, y si los reembolsos no se pagan rápidamente el retraso sirve como un impuesto extra en la inversión.

Las empresas afectadas en algunos casos optan por no seguir creciendo, detener las operaciones del día o día o recurrir a financiamiento externo que implicará el pago de intereses. Cabe aclarar que la afectación depende del tamaño de las compañías.

Si se pagara con los tiempos que marca el Código Fiscal de la Federación no habría ningún problema para las empresas. Es importante contar con esos saldos para reinvertirlo como parte de sus operaciones.

 Algunas empresas se han visto en la necesidad de acudir al financiamiento externo y eso incurre en gastos adicionales.

El retraso en las devoluciones pueden representar un freno a las inversiones.

Si tienes empresas que tienen un costo mayor y generan menos utilidades los inversionistas pueden voltear a mercados que resulten más rentables, más eficientes y que no se vean involucrados en relaciones complicadas con las autoridades fiscales.

Con todo lo anterior la reformas estructurales "valen madres" ya que sin recurso las empresas no invierten, no hay inversiones, no hay empleo.

@felipealave