El grupo de ciclistas poblanos celebró su quinto aniversario, con un claro mensaje: PueBicla vive, PueBicla sigue y sigue.

El llamado a festejar lo hicieron a través de sus redes sociales en un momento complicado para su organización. Lo escribí en la publicación pasada:

Si regresan con sus bicicletas a rodar, sólo así PueBicla sobrevivirá. De otra manera, está destinado a desaparecer y pasar a formar parte de los colectivos que alguna vez existieron y dejaron de hacerlo. Historia, sólo eso serán.

En un acto de gran determinación, decidieron realizar la actividad que los caracterizó desde el primer día de su existencia: la masa crítica. 

La Masa Crítica es una rodada especial y distinta a las demás. Es la más reaccionaria de todas, la más revolucionaria, la más activista. Es de manera literal una marcha con todo lo que implica, mensaje, ruta, bloqueo de tránsito y molestias para quienes no son parte de ese movimiento. Es la manera en que la comunidad ciclista de una ciudad se reúne una vez al mes, en este caso el último viernes de cada mes, para gritarle a la ciudadanía, a los gobernantes y a los automovilistas en general ¡Aquí estamos y no nos vamos a ir!

Allá en sus inicios, cuentan los que saben, que comenzaron rodando sólo dos personas que bloqueaban el tránsito. Esa fue la primera vez que hubo una masa crítica ciclista en Puebla, partieron de la Fuente de los Frailes y desde entonces se volvió una tradición.

Después de tres años, el grupo y los ideales iniciales se empezaron a desvanecer poco a poco hasta llegar al punto en que las personas que en ese instante dirigían su rodada semanal (que se convirtió en su única actividad) optaron por crear un nueva organización, con un nombre distinto pero básicamente con el mismo modelo que ellos mismos venían manejando desde un año atrás.

Entonces, algunos puebicleños de antaño salieron al quite. En vez de seguir con los berrinches y las malas vibraciones, se lanzaron a la calle con sus bicicletas e invitaron a muchos de los que ya no rodábamos los viernes. ¿El motivo? Supongo que es normal. En lo personal, ruedo todos los días, mi bici es mi medio de transporte e ir a rodar más sólo porque sí, de repente se convirtió en algo aburrido. Pero esta ocasión era distinta, se trataba de ver a amigos y personas que hacía rato no veía, se trataba de celebrar cinco años de historia ciclista.

Para cuando llegué a la Fuente de los Frailes ya había unas 30 personas esperando el momento de comenzar a rodar. Seguían llegando más y más, hasta el momento en que por fin, a eso de las 9:20 se dio el banderazo de salida. 

Casi 100 personas eramos parte del contingente de aniversario puebicleño. Como no podían faltar, gritos y canciones formaron parte de la rodada. Volvimos a tomar los carriles completos en todo momento de la ruta; cosa que hacía ya algún tiempo que no veía en ninguna rodada.

Algunos dijeron de la masa crítica de PueBicla que fue "como en los viejos tiempos", yo prefiero pensar que más allá de ser como antes, fue como debe ser. Dejemos de ser románticos al esperar que todo sea como siempre ha sido, es momento de pedalear hacia adelante. Quien esté en este momento detrás de PueBicla, hizo lo correcto, pero ahora tiene una gran misión.

En la ruta hubo un punto casi al final en el que nos encontramos con BiciOpolis, el grupo que nació de la separación de PueBicla. Lo que sucedió entonces fue mágico. Ellos bajaban por la Avenida Juárez hacia el Zócalo, nosotros subíamos del otro lado de la Avenida Juárez hacia la Fuente de los Frailes. Pese a que hubo algunas mentadas de madre de ambos lados, lo que sobresalió y opacó a las agresiones de tontos resentidos, fueron los gritos de apoyo, los chiflidos de alegría y las sonrisas; los saludos de uno hacia el otro lado, la alegría y ese sentimiento enorme de estar haciendo una verdadera masa crítica. Ocupamos por unos segundos ambos sentidos completos de la calle, juntos, como un sólo ser y sí, fue mágico.

A modo de burla en mi perfil en Facebook dije que sería hermoso que la rodada de BiciOpolis, que ya reúne a casi 400 ciclistas, rodara hacia la Fuente de los Frailes y se uniera a la masa crítica puebicleña. Pero entre broma y broma, mi verdadero deseo se asoma. De verdad esperaría que el último viernes de cada mes, ambos grupos se unieran, ya sea que comiencen en sus respectivos puntos y en algún momento se juntaran para terminar en el Zócalo o que inicien juntos. Esa sería una verdadera masa crítica. Un verdadero símbolo de colectividad.

Superemos resentimientos y seamos una verdadera comunidad ciclista, sólo así podremos hacer una verdadera masa crítica.  ¡Hagamos una verdadera masa crítica!