FREUD EN LA COCINA

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, era además de un médico brillante un apasionado de la buena mesa. Su interés por la comida llegó incluso a tratar de descubrir el significado de aquellos sueños que tuvieran que ver con los alimentos. 

Su obra más conocida, La Interpretación de los Sueños, ha sido estudiada por muchos especialistas y ha sido motivo de amplias controversias. Comentarios a favor y en contra se cuentan por centenas. Es en esta obra, precisamente, en que nuestro médico en cuestión desentraña aquellos significados ocultos tanto de ingredientes como de preparaciones. 

Se sabe por ejemplo, que tenía un gusto especial por las mousses, por las preparaciones al coñac y por los bollos que preparaba su mamá.  "Los primeros sabores de la infancia nos resultan inolvidables". Lo más curioso era que a pesar de ser judío, no se apegaba a las prohibiciones alimenticias que su religión le imponía. Llegaba incluso a celebrar la Navidad con entrañables amistades. Y todo eso sin dejar de hacer sugerencias culinarias tanto a su esposa como a sus parientes.

He aquí algunas intepretaciones realizadas por el psicoanalista:

Si soñamos que cocinamos: buscamos amor y afecto

Si soñamos que lavamos los platos: nos queremos deshacer de un sentimiento desagradable, o alguna responsabilidad que no queremos asumir.

Si soñamos con ollas y sartenes: nuestro sueño tiene una connotación sexual en el sentido de conflictos con la pareja.

Si soñamos que tomamos veneno: seguramente queremos erradicar algo dentro de nosotros, alguna obsesión, o algún problema de celos.

Si soñamos con jamón: significa que anhelamos los días infantiles del sandwich de carnes frías. Tenemos nostalgia por la sencilla vida familiar.

Si soñamos con verduras: es signo de que deseamos disfrutar lo que la naturaleza ofrece o al contrario, que nos preocupa el sustento para la familia.

Si soñamos con frutas: es un símbolo inequívoco de fertilidad y abundancia. Incluso el deseo de un embarazo.

Si soñamos con hojuelas de cereal: es signo de que deseamos una vida familiar con valores tradicionales.

Si soñamos con mantequilla: significa que queremos tener comunicación con Dios.

Si soñamos que comemos en exceso: expresa la cólera reprimida contra alguien o contra algo. Hartarse es una forma de destruír.

Si soñamos con papilla: un puré pegajoso representa que existe en nosotros un colflicto emocional.

Para finalizar, daremos una receta del célebre psico-gastrónomo:

TOMATES INCONSCIENTES. Vale la pena intentarla.

Se toma un frasco esterilizado y se rellena con tomates frescos, aceite y las hierbas de su elección: romero, albahaca, hinojo, perejil, etc. Se rellena con aceite de nuez, aguacate o de oliva. Se guarda en el fondo de la alacena sin que le de la luz, tal como nuestro inconsciente. Se consume cuando nos sintamos listos para abrir el frasco y dejar salir la preparación a plena luz.

Por supuesto que si alguien desea añadirle ajos, pimienta y chiles, no estará alterando en absoluto el beneficio psiquiátrico de la preparación.