Es un tema de todos los días el tener que lidiar con la ropa percudida y su apariencia tan "peculiar" por no decir incómoda.

El percudido se da cuando las prendas blancas pierden su tonalidad blanquecina y se torna amarilla, o en su defecto, gris. Con la ropa de color pasa algo similar sólo que en vez de ponerse amarilla, la suciedad se acumula y aparecen manchas indeseadas en zonas concretas. 

De lo anterior, no hay prenda que se salve; le pasa a camisetas, blusas, playeras y hasta con toallas, sábanas y hasta manteles.

Las causas.

1. Cuando se mezcla ropa sucia con menos sucia, la solución jabonosa puede saturarse y la suciedad vuelve a depositarse en las prendas, en muchas ocasiones en la que tenía menos suciedad.
    
2. El usar demasiado jabón y no aclarar bien la ropa. Si se usa demasiado jabón no quiere decir que se limpie mejor. El exceso de jabón, además de un gasto inútil, provoca algunas veces que la ropa se vuelva amarilla.
    
3. El no usar el proceso de lavado adecuado para cada grado y tipo de suciedad. Si la ropa está muy sucia conviene lavar a más temperatura y con un ciclo largo y adecuado a la suciedad de las prendas.

En Lava-Há Express contamos con todo tipo de instrumentos y soluciones para evitar que tu ropa se percuda, y en caso de que ya esté percudida, que pueda regresar a sus tonalidades originales.

LAVA-HA EXPRESS
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